Pediste conocerme,
no como ya sabes
no como yo entiendo,
empezando por los pies
hasta estremecerme.
Tus manos fueron tus ojos
palpaste de mi piel cada milímetro
templando el cuerpo
cual bordón de guitarra.
¡Me recorres gustoso!
Pediste conocerme,
no con tu forma de mirar
no como yo pretendo,
siguiendo tu atrevido caminar
hasta dejarme inánime.
Quedo tu mano dormida en mi pecho…
Copyright Fini López Santos
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