viernes, 25 de diciembre de 2020

Año atípico y perverso


Foto de la red

 Año atípico y doloroso en el que se perdió a mucha gente por el camino.

Año que se recordará en la historia como el de mayores crisis, ansiedades

y dolencias que solo se curan con besos y abrazos, esos mismos a los que

renunciamos por nuestro bien, para seguir compartiendo cuando este puto

virus sea controlado con vacunas y medicamentos,

(porque vino para quedarse) muy a pesar nuestro.

Está siendo un camino difícil en todos los aspectos, nos enseño

que todo cambia en un segundo, que nos sobran muchas cosas, lo

material, el odio, la deslealtad, el egoísmo, la xenofobia, el orgullo, pero

nos falta lo afectivo, ese piel a piel de un beso, de un abrazo sentido y

ese mirar a nuestro alrededor y ver a nuestros seres queridos, esos que por

desgracia en muchas familias se marcharon solos, sin una mano en la que

sentirse arropados y en paz y aún así, tenemos la obligación de ver cada

día como una nueva oportunidad para ver nuestro interior y dar lo mejor.

Ojalá este Año Nuevo sea el de los reencuentros, la risa y la felicidad.

Que la prudencia sea nuestro lema y olvidemos todos los miedos.

Feliz Navidad y un Feliz Año 2021

Copyright Fini López.





 

lunes, 14 de diciembre de 2020

Sueños rotos

 

Fotografía de la red

Reto Diciembre Con Ginebra Blonde


Tomo su vieja máquina de escribir y con cada tecla tejía sus recuerdos, de una vez
por todas, debía sacar toda su amargura para morir en paz llegado el momento. 
Una vida en común que ya empezó con mal augurio, cuando llegaron a la iglesia 
para casarse, el cura no apareció, ni estaban las amonestaciones… 
Una llamada de auxilio y la puerta cedió tras la llave del precipitado párroco, alguien 
se olvidó de anotar sus nombres en el libro y debían esperar al domingo siguiente. 
Y así pasaron los días girando el viejo reloj de arena, siete hijos y aguantando las malas 
formas de una mujer llena de codicia que él no lograba saciar por muchas horas que le 
robase al sol. Hoy, con sus huesos desgastados y la sonrisa perdida, solo, abandonado por 
su mujer y más tarde por la mayoría de sus hijos… Solo le quedan sueños. 
¿Su error? Darles sus posesiones en vida que tantos sacrificios le costó. 
Levanto su frente y tiró los dados, ocho sumaban, el mismo número que tenía el portal de 
una planta baja llena de humedad en la que vivió hasta que la enfermedad hizo mella en 
él, pero le dará trabajo a la parca, es fuerte y no se doblega fácilmente. 
La vida no le fue fácil y dejó un best seller sin escribir, lleno de deseos para aquellos 
que no supieron querer y para un mundo materialista del que somos presos. 
Con el sombrero y bastón en mano se le ve caminar cada día el sendero de la vida, solitario, 
perdonando y pidiendo que su marcha al menos no sea sufrida. 
¡Ojalá su deseo se cumpla! 


Copyright Fini López Santos.