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martes, 27 de diciembre de 2022

Feliz 2023

Trabajo realizado por mi.



Navidad atípica, no por ello triste, pero si tranquila.
El tiempo pasa y nos hacemos mayores, los hijos tienen
sus propias familias y el núcleo familiar se extiende, por
ende hay que repartirse y cada equis tiempo, pasa…
No es soledad, solo se vive de distinta manera.
Espero que estas fiestas Navideñas estén siendo mágicas,
llenas de Paz, Amor y Armonía.
Nos leemos en Enero.
Feliz y venturoso Año Nuevo 2023
Se os quiere.
Finita.













 

viernes, 25 de diciembre de 2020

Año atípico y perverso


Foto de la red

 Año atípico y doloroso en el que se perdió a mucha gente por el camino.

Año que se recordará en la historia como el de mayores crisis, ansiedades

y dolencias que solo se curan con besos y abrazos, esos mismos a los que

renunciamos por nuestro bien, para seguir compartiendo cuando este puto

virus sea controlado con vacunas y medicamentos,

(porque vino para quedarse) muy a pesar nuestro.

Está siendo un camino difícil en todos los aspectos, nos enseño

que todo cambia en un segundo, que nos sobran muchas cosas, lo

material, el odio, la deslealtad, el egoísmo, la xenofobia, el orgullo, pero

nos falta lo afectivo, ese piel a piel de un beso, de un abrazo sentido y

ese mirar a nuestro alrededor y ver a nuestros seres queridos, esos que por

desgracia en muchas familias se marcharon solos, sin una mano en la que

sentirse arropados y en paz y aún así, tenemos la obligación de ver cada

día como una nueva oportunidad para ver nuestro interior y dar lo mejor.

Ojalá este Año Nuevo sea el de los reencuentros, la risa y la felicidad.

Que la prudencia sea nuestro lema y olvidemos todos los miedos.

Feliz Navidad y un Feliz Año 2021

Copyright Fini López.





 

sábado, 21 de diciembre de 2019

Nostalgia y deseos


Flor de Pascua




"Pronto será Navidad".

Algunos se fueron antes de tiempo quizá,
otros, sin dejarnos tiempo para darnos cuenta.
Aún así, por ellos, por los que están y los que llegarán por 
primra vez a nuestras vidas para quedarse o para marcharse
en estas fechas.
Os deseo Paz para el mundo sin excepción alguna, 
Amor a raudales y Salud, mucha salud...

Feliz Navidad y un próspero Año 2020

Fini López.






jueves, 13 de diciembre de 2018

Tarjetas navideñas


Tarjeta realizada por: Neogéminis




Como cada año nuestra compañera bloguera
nos regala su afecto y tiempo en forma de
postal navideña.

A pesar de mi poca participación 
siempre os recuerdo y os leo aunque no de señales.

Este año tuvo de todo y bueno, lo menos bueno
ya no tiene razón de ser, pues es pasado.
La vida hay que vivirla cada día muy intensamente.

Gracias Mónica por tan lindo detalle.

Un abrazo

Finita (Musa)




Feliz Navidad Y prospero Año Nuevo
























viernes, 5 de enero de 2018

Queridos sueños...

Foto de la red


Mi Carta para Los Reyes Magos

En este año desearía, en primer lugar, un puñado de sueños
auténticos, una esperanza cierta y desnuda, que pueda
regalarme un motivo, tan importante como mágico, que me
ayude a dirigir mis pasos, cada vez que cometo el error de sentirme
mal o desesperanzada.

Quiero saber discernir entre lo que está bien y lo que está mal, y no
sufrir de amnesia bajo cualquier torpe y adulto pretexto.
Quiero seguir aprendiendo a hacer añicos los reproches, que no
me pertenecen y olvidar los nombres que ignoran quién soy, y sin
embargo se apropian de mis susurros, que son sólo míos.

Encontrar un silencio en el que poder adivinar todo lo importante.
Quiero un miedo que sobreviva a todas mis certezas.
Alegrarme cada uno de mis días, reírme de las ilustres
sombras, propias y ajenas, que siempre disponen
de la parcela adecuada, donde enterrar la mala conciencia
sin mancharse el traje de los domingos.

Quisiera superar todos los exámenes que la vida me impone
sin necesidad de copiar y sobre todas las cosas...
me pido, si es posible, un final Feliz

Gracia



jueves, 21 de diciembre de 2017

¿Y tú, qué echas de menos?

Servidora y mi hermano



¿Te apetece compartir tu recuerdo conmigo?

Nos guste o no la Navidad, siempre hay un recuerdo feliz 
que llega con estas fechas señaladas.
Yo la verdad es que tengo muchos, hasta los seis o siete años de edad 
vivíamos la Nochebuena modestamente, pero siempre había algo especial. 
Las pastas que mi madre hacía en los días previos y que escondía para que 
llegasen hasta Año Nuevo.
Después de la cena, mi padre hacía palomitas de maíz en cantidades 
industriales, subían mis vecinos y todos alrededor de ellas 
cantábamos villancicos y reíamos hasta llorar de la risa. 
Cuando mi padre comprendía que era la hora, se vestía de pastor 
zambomba en mano, con una larga cola de niños tras él con sus 
panderetas, visitábamos a los vecinos de la calle cantando villancicos 
y pidiendo el aguinaldo, aguinaldo que consistía en una chocolatina 
para los niños y una copa de mistela para los adultos. 
Era mágica esa noche y llena de ilusión.
Es lo único que echo de menos.
¿Y tú, qué echas de menos?

Felices fiestas navideñas
y un prospero
Año Nuevo.

Copyright Fini López Santos. 


jueves, 29 de diciembre de 2016

Nochevieja...

Foto de la red



El estrés comienza con la cena.
Tienes que llevar calzoncillos rojos, tener algo de oro para meterlo en la copa,
preparar las doce uvas... Y contarlas varias veces, porque, como son todas
iguales, te equivocas.
Te tienes que comer todo lo que está en la mesa... ¡y antes de las doce!
Y no eres el único que está agobiado, ¿eh?, no hay más que ver la tele,
desde la puerta del Sol, en Madrid, explicando a toda España cómo funciona un reloj.
- Cuando la aguja pequeña esté en las doce y la grande también, serán las doce -¡joder, como todas las noches!- y entonces bajará la bola y... luego vendrán los cuartos, y no vayan a empezar a comerse las uvas, ¿eh?

Cuando por fin llegan las doce, en toda España se oye lo mismo: Clan, clan, clan, clan...
- es la bola-: clan, clan, clan...
Din-don...
- ¡Ah no, que son los cuartos!
Din-don...
- ¡Escupan que son los cuartos!
Din-don...
- Pfbbbbbbbb... ¿Qué son qué?
Din-don...
- Los cuartos...
Ton...
- ¡Ahora, ahora!
Ton...
- ¡Una!
- ¡Que no, que vamos por la segunda!
Ton...
- Pues me meto dos...
Ton...
- Seis...
- ¿Cómo que seis?
Ton...
- A mí ya no me caben más, ¿eh?
Ton...
- Bgrfds...
Ton...
- A mí ya no me quedan...
Ton...
- ¡Pues a mí me sobran cuatro!
Y cuando acaban, toda la familia con la boca llena de babas, a darse besos:
- Feliz año, eeeeeeeeeh, felicidades, grfdddfd...
Y suena el teléfono: ¡riiiiiiiiiing!
- ¡Pero coño! ¿El móvil…? ¿No se pueden esperar?
- Pues a mí todavía me sobran dos...
- ¡Champán, que alguien abra el Champán!
Pero, bueno, ¿a ustedes les parece normal empezar el año así?
¡Qué estrés, de verdad!
Pero como es Nochevieja, tienes la obligación de divertirte.

Así que después te vas de fiesta a un sitio en el que, si caben mil
personas, el dueño ha decidido meter a cinco mil doscientas.
¡Muy bieeeen! ¡Cuatro mil doscientas más de las que caben!
¡Quédate en la calle si te apetece, con la pelona que está cayendo!
Así, que entras. Lo bueno que tiene ir a un sitio así es que te puede
pasar cualquier cosa.
A mí el año pasado me ocurrió de todo. Yo estaba tan tranquila, tomándome mí
Gin Tonic de garrafón, cuando de repente un tío me cogió por detrás y me dijo:

- ¡¡¡¡COOOOOOOOONGAAAAA!!!!!

Y, claro, ¿qué vas a hacer?, pues te pones a bailar... ¡Eso te lo hace un tío en el metro y le partes 
la cara! ¡Pero como es Nochevieja...! ¡Pues ya está! De repente, te das la vuelta y llevas cien 
personas enganchadas a tu culo. ¡A ver cómo escapas de ésta!
Porque una conga es como una secta: entrar es muy fácil pero salir es muy jodido, y en el garito 
hay como doce congas girando a toda pastilla...
Bueno, pues iba yo conduciendo mi conga... por mi derecha, cuando, de pronto, me veo venir en dirección contraria una conga suicida acojonante, conducida por un gordo con casco de vikingo.
Yo le iba a hacer ráfagas, pero como las congas no llevan ni luces ni nada... pues, para evitar la colisión, di un giro brusco a la derecha... ¡Y me tragué entera una columna de espejitos!
 ¡Siniestro total!
Doce heridos leves y una columna de espejitos destrozada.
Y yo, con una ceja abierta tirada en el suelo.
Y en ésas, me desmayé.

Al despertar estaba en la sala de urgencias del hospital rodeada por todos los de mi conga. 
Algunos todavía no se habían desenganchado: habían venido corriendo detrás de la ambulancia.
Y como allí también es Nochevieja, el camillero lleva un gorrito de moro, la enfermera un collar 
de hawaiana y el que te cose la ceja unos dientes de Drácula, ¡que te da una confianza...!
El tío te dice:
- ¿Qué ha sido? ¿Con una moto?
- No, con una conga.
- ¡Ay!, si es que van como locos...

Cuando salí de allí me quería ir a mi casa, pero como era Nochevieja, acabé a las ocho de la 
mañana con la ceja grapada en un kiosco callejero...
- Oiga, póngame un chocolate con churros.
- Pues sólo nos queda Cola cao y algunos donuts... Es que los últimos churros se los han 
tomado los de una conga, ¡traían un cachondeo...! Había un gordo que llevaba un casco de 
vikingo, no le digo más.
Y es lo es lo que yo le digo a los clientes: si no disfrutas en Nochevieja,
Cuando vas a disfrutar

Tomado de la red, me gusto y quise compartirlo con todos.
Feliz salida de año y entrada al 2017
Finita


martes, 5 de enero de 2016

Melchor y yo

Foto de mi autoría




Hay recuerdos que nunca se olvidan.
Podrán venir a mi mente escenas maravillosas, 
placenteras, emotivas, sorprendentes… imágenes
inolvidables, de incredulidad, nítidas y entrañables.
Pero ninguna como las tuyas, imágenes que perduran
en el recuerdo… cómo olvidar de tus manos esa primera 
caricia, ese primer te quiero a media lengua, esas carusas
con morrito incluido y ese gesto de sorpresa, de ilusión,
llena de nervios al descubrir los paquetes en el balcón.

En casa siempre fuimos de Reyes Magos, cierto es, que, de
unos años acá, también nos visita de vez en cuando Papá
Noel y todo tiene su encanto…con ver la cara de los niños
y no tan niños, una se siente pagada. Llegaron muchos
más reyes, más importantes quizá, más caros tal vez,
pero aquella expresión ante el descubrimiento de
algo tan deseado, la retengo en mis pupilas
como el tesoro más amado.

Hoy tristemente los niños 
dejaron de creer, las nuevas tecnologías
donde todo se les da echo, junto a unos padres a 
los que no les gusta que se les moleste y jugar es para
ellos perder el tiempo, anquilosan los sueños. Ojalá que
al menos, nunca pierdan el niño que todos llevamos dentro.
Yo creo en los Reyes Magos de Oriente. 
¡Cómo no voy a creer, si estoy en sus brazos!

Copyright Fini López Santos










miércoles, 30 de diciembre de 2015

Feliz 2016






Un año más de tropiezos, caídas, locuras, costumbres,
amores…donde te levantaste no una, sino mil veces,
donde la cordura la rutina acostumbra, donde las
emociones te embargan y el amor se construye
paso a paso, no dejando apagar el fuego,
ni dejando que se marchen las mariposas
anidar en otro estómago, con otros vuelos.
Un año más de sueños por lograr, de besos 
compartidos, caricias regaladas, de manos 
tendidas para el amor y la paz.
Un año más para celebrar que
aún quedan sueños por alcanzar.

Copyright Fini López Santos.










domingo, 20 de diciembre de 2015

Se acerca la Navidad..

Foto montaje de mi autoría


Se acerca la Navidad y empiezan los preparativos: la decoración, 
el menú de la cena, el lugar donde reunirse... Y aparece la pregunta 
inevitable: ¿Cuántos somos el día de Nochebuena?
Y en la respuesta, aparecen como cada año las sillas vacías, las 
personas que no están... La persona que está lejos, la que la vida 
llevó por otro camino, la que eligió no estar, la que se enemistó, 
la que se llevó la muerte... y aparece la tristeza. 
Porque las sillas vacías duelen. Y necesito ese abrazo de oso y 
prolongado que no va a llegar… extraño tu sonrisa… y los ojos se 
llenan de lágrimas… y duele…Pero es la realidad. 
Y a la realidad hay que aceptarla... Entonces suspiro hondo y giro 
la cabeza y veo las sillas ocupadas. Son las personas que me aman.
Y sonrío. Así es parte de la vida: pérdidas y ganancias... 
Así voy a brindar el 24, con lágrimas contenidas por las sillas
vacías y sonriendo desde el alma por las sillas ocupadas... 
Feliz. Si, feliz a pesar de la tristeza. Porque ser feliz no es 
necesariamente estar alegre. La alegría es una emoción pasajera 
que termina cuando el buen momento finaliza. La felicidad es otra cosa. 
Ser feliz es estar en paz. En paz sabiendo que estoy recorriendo el 
camino correcto, el que coincide con el sentido de mi vida, el de mis 
errores y triunfos, con mis miedos y mi coraje... 
Mi camino, el que yo elegí. Un camino en el que hice todo lo que pude por
los que no están, a los que me brindé incondicionalmente, a los que amé... 
Posiblemente vosotros tendréis, como yo, sillas vacías en vuestra mesa 
estas navidades… A pesar de eso, y por eso, os deseo una FELIZ NAVIDAD.

Del fotolog de mi amigo Cubbear