martes, 30 de octubre de 2012

Cadenas


Ya no puedo pararme 
cuando veo tus ojos 
y siento en mis labios tus besos. 

Eterno calor tú me enseñaste 
cuando el cuerpo arde 
robando tiempo para verte 
al caer la tarde. 

Odio esta dependencia que siento 
cuando no te tengo 
cuando tú no estas. 

Llegaste para dejarte 
como estanque sin agua, 
cual ave sin nido, 
contigo, pero ausente. 

Eslabones de hierro 
cuando tus ojos veo, 
prisionera de un te quiero. 

Copyright Fini López Santos (2012) 
Todos los derechos reservados al autor 

Amor


Foto de la red


Henchido de gozo te sientes flotar 
te llena de pasión 
todo lo consigues, puedes volar 
todo tú eres pura confusión.. 

Cuando el amor la espalda te da, 
te sientes defraudado, engañado, 
sin fuerzas para seguir luchando. 

Todo se pierde, 
ni ves, ni oyes, ni sientes, 
estas tan solo... 
ya no te laten las sienes. 

No te mesaran el cabello 
cuando estés cansado, 
ya no te besaran en silencio 
no habrá quién espere tu regreso. 

No cogerán tus manos 
para darte calor 
ni habrá caricias 
compartidas entre dos. 

Pasión...dolor 
alegrías y pena 
una de cal, otra de arena. 

Copyright Fini López Santos (2012)









Contigo...mujer




Me asombro de mí misma 
de los sentimientos, del deseo 
y es tan maravilloso 
que de tu sonrisa abierta, gozo, 
de tu perfume, tu presencia. 

Tu voz me aísla del mundo 
qué deleite cuando me besas, 
qué desarme de sentidos 
se alborotan todos ellos 
y pierdo la razón a sabiendas. 

Me fundo en tu cuerpo goloso 
para ser un solo beso, 
un solo deseo 
y en sueños me pierdo 
cuando estoy contigo. 

Horas de pedirte a gritos 
saciar la sed de mis labios 
qué gozo, qué delicia 
esperar la caricia 
en tu abrazo dormida. 

Contigo, simplemente, mujer. 

Copyright Fini López  Santos (2012) 
Foto de la red






lunes, 29 de octubre de 2012

Amiga

Para Ana María Pinteño 


Parece que no estés del todo perdonada, 
por haber parido hijos 
a tu imagen y semejanza. 

Te ocurren cosas 
que no esperas en este mundo de feria, 
tendrás que seguir en la brecha 
teniendo limpia tú conciencia. 

Como madre, respetas sus ideas 
que son por ti compartidas, 
padeciendo en tus carnes 
sus alegrías y desdichas. 

¡Por cual de ellos te dejarías matar! 
Si ves en todos y cada uno 
nacer algo especial. 

Pasaste una guerra y una posguerra, 
pasaste hambre y necesidades, 
pero en tu humilde hogar 
siempre existieron verdades. 

La piel de tus manos 
ajadas por el jabón, 
dan dulzura a tus caricias. 
¡Transmiten tanto amor! 

Cuantas puntadas 
a la luz del candil dadas,
cuanta pena, cuanto sufrir. 

Sigues el camino recto 
que un día te trazaras, 
dejando a un lado 
comidillas y venganzas. 

Ahora, complacida estas, 
satisfecha y orgullosa, 
ves como encauzan su vida 
sientes sus triunfos y derrotas. 

En sus mentes estás de incógnito 
en sus corazones no entra el odio 
y el amor siempre está presente. 

Orgullosa de sentirte madre 
de unos hijos ejemplares, 
enamorada como esposa 
de un hombre respetable. 

Pides para tus seres queridos 
hasta la luna si fuese alcanzable, 
recibiendo desdenes ya sabidos 
de algún que otro despreciable. 

Te miro y te siento mi amiga, 
agradecida al conocerte, 
y ser para ti, tu pupila. 

Copyright Fini López Santos(2012) 
Foto de la red











sábado, 27 de octubre de 2012

Amigo



Tú, que a mis ojos estabas escondido, 
que tanto me costó hallarte, 
quisiera a todo el mundo 
poder presentarte. 

No pienses que al no verme 
de ti voy a olvidarme, 
tantos son los recuerdos que tengo 
que mi corazón de gozo está lleno. 

Aunque de hecho estemos lejos 
no quieras hacerme daño 
no me olvides, no... 
que yo dejarte no quiero. 

Dan tus labios 
sensación de besos delicados, 
entregas tanto, tanto... 
que es pecado ocultarlo. 

De no haberte conocido, 
mi querido... mi amigo, 
me hubiese perdido sin sospecharlo 
toda la ternura que transmiten tus manos. 

De no haberte conocido... 
pero te conozco mi amigo. 

Copyright Fini López Santos (2012)
Foto de la red




Vida insulsa




Tu indiferencia secó mi corazón, 
con tu desdén y desprecios 
me olvide de los sentimientos. 

Pero te estoy queriendo tanto 
que me duele el alma, 
mi voz grita, manda mi cerebro 
pero no responde mi garganta. 

Todo se está perdiendo, 
como el otoño pierde las flores 
también terminan los amores. 

Más cuando es gris, todo 
siempre hay una luz que alumbra 
saliendo de la sombra 
como el último barco. 

Y lo que antes era desencanto, 
se torna alegría 
y desaparece el llanto. 

Copyright Fini López Santos(2012) 
Foto de la red



Nómada

Obra de David Zaafra
(copyright Zaafra)
Titulo  "memories of sahara...


Caminé por tus labios 
como Tuareg en desierto 
desplazándome cual nómada 
en busca de tu aliento, 
me perdí entre los áridos 
llanos de tus comisuras 
siendo esclava del deseo 
anhelado de tus caricias. 
Sucumbí al encanto 
del oasis, espejismo 
divino ante mis ojos, 
tu lengua atrevida 
en mitad de mi desvarío 
mi sed calmó gustosa 
y me dormí en tu boca.

Copyright Fini López Santos (2012) 






domingo, 21 de octubre de 2012

Sigo sin hallarte




El cielo con sus nubes grises 
me acompaña en estos días tristes, 
ayer cuando bese tus labios 
suaves, dulces, tersos, 
mi boca se durmió en tu beso. 

He de confesar que son ellos 
el arma que me desarma, 
qué tu aliento me embota 
y me llena de contento, 
trepar quiero por sus acantilados. 

Mi sangre se torna fuego 
al contacto de tus manos, 
mi mente altiva, despejada, 
con las nubes se enmaraña 
en la fragancia del deseo. 

Es locura de mis dedos 
enredarse en tus cabellos 
y en tus sienes plateadas 
enciendo las ascuas 
perdiendo la noción del tiempo. 

Bebo de tu boca dulce licor 
para emborracharme de placer 
con besos hambrientos, 
y me llegue a enloquecer 
la pasión de nuestro amor. 

Tu mirada de niño grande 
me enturbia la razón 
el no, se torna sí, el frío en calor, 
sigo buscando en tu corazón 
y sigo sin hallarte. 

Copyright Fini López  Santos(2012) 
Foto de la red








Escucha sensitiva

Foto de la red.

El agua, a su paso por los ríos 
las piedras hace rodar, 
puedes escuchar sus gemidos 
si atento estás. 

Cuando cae la nieve copo a copo 
sobre la faz de la tierra, 
al juntarse uno con otro 
suena una melodía dulce, amena. 

El gorrión, triste en su nido 
llora la ausencia de su pareja, 
con su trinar dolorido 
se rinde ante la evidencia. 

Y la flor, al nacer trepa 
por las partículas de tierra 
llegando a asomar su cara 
en días de lluvia serena. 

En las noches frías de invierno 
cuando fuerte azota el viento, 
las ramas liberan sus alaridos 
en agitados movimientos. 

Parecen perlas de colores 
las gotas de lluvia al caer 
contando historias imaginarias 
cuando á través del cristal las ves. 

Y un tiovivo de espumas 
son las olas en el mar 
y en sus crestas guardan 
cantos de sirena al despertar. 

Cuantas cosa por afinidad 
seríamos capaces de aprender 
si dejásemos la vanidad 
y el orgullo desvanecer. 

Copyright Fini López (2012) 
Todos los derechos reservados al autor 



Olvidos



Eres tú mi amor 
quien cambió mi llanto en risa, 
quien con su resplandor 
despertó mi mente dormida. 

Eres tú ese motivo 
que me hizo diferente, 
tristeza por locura cambió 
cuando el amor estaba ausente. 

Eres tú en mis pensamientos 
todo volcán, todo sentimientos 
quien aparece en mis sueños, 
el mejor amante de mis juegos. 

Eres tú con un adiós 
el que hizo añicos mi vida, 
quien pretendió con olvidos 
verme alejada y perdida. 

Copyright Fini López Santos (2012)
Foto de la red



Mírame




De repente, deseo tenerte un momento 
¡Tengo tu amor tan presente! 
Necesito cada mimo, cada gesto. 

Sin ti, no existe sol, ni lluvia, 
el tiempo contigo 
es algo que siempre perdura. 

Quisiera romperme al vencerte, 
qué mis besos fuesen tu aliento 
en todo momento. 

Amor qué estas en mi vida 
llega y en mi cuerpo entra. 
¡Y el eco se hace silencio! 

Copyright Fini López Santos (2012)
Foto de la red





Dudas



Tu semblante me entristece 
tan decaído, tan ausente, 
qué pareces estatua inerte 
y hasta el viento enloquece. 

Tus labios me dicen 
lo qué ordena tu mente, 
y aún queriendo olvidarme 
tus ojos, no mienten. 

Tus manos suaves al tacto 
se tornaron árido desierto 
tan pequeñas, tan cansadas 
qué me incitan a besarlas. 

“Qué tristeza hay en tu alma 
qué ni ocultarla puedes” 
Te destapas cuando hablas 
yo, acepto tus despliegues. 

¡Si devolver pudiese 
a tu vida la confianza, 
si me dejases ayudarte 
a conseguir la calma! 

Amor, extiende tu manto 
en su piel desierta 
que sea para él mi beso 
como el agua fresca. 

En mis carnes tan vivo 
tan dormido en sus venas 
amor, a veces pienso 
si no serán quimeras. 

Copyright Fini López Santos (2012) 
Foto de la red






sábado, 20 de octubre de 2012

Libertad


Alas que me ayudan 
a subir, a volar, 
donde todo es más puro 
más real. 

Aire que va en mi busca 
en esa tarde melancólica 
a veces suave y lento 
otras, voraz y hambriento. 

Lluvia que resbala 
dulcemente por mi cara 
calando hasta los huesos 
empapando mis anhelos. 

Es lo qué me falta 
lo qué no tengo, 
quizá derecho no tenga 
a sentirme como me siento. 

Copyright Fini López (2012) 
Todos los derechos reservados al autor 

Tabú




Tener lo qué no puedes 
pedir lo qué no debes, 
encontrar lo perdido 
en sueños cautivo. 

Estar contigo, estar sin mi, 
no verte y sentirte 
volar sin alas 
morir por ti. 

Sentir en mis labios 
tus añorados besos 
perderme en tu cuerpo 
todo lo qué deseo. 

Estar contigo, estar sin mi, 
es verte y no tenerte 
cantar sin voz 
vivir sin ti. 

Copyright Fini López Santos (2012) 
Todos los derechos reservados al autor
Foto de la red




Braille




Mis manos en tu pelo 
mi boca tu manjar 
las lenguas degustando. 

En mis pechos tus manos 
tu boca en mi garganta 
susurran mis labios. 

Mis manos en tu cintura 
mi boca en tu ombligo 
tu sexo me saluda. 

En mis nalgas tus manos 
mi pezón en tu boca 
nos fundimos extasiados. 

Copyright Fini López  Santos (2012) 
Todos los derechos reservados al autor
Foto de la red







viernes, 19 de octubre de 2012

Ambición

Fotos de la red



Y temo la alegría 
de tenerte a mi vera 
miedo a sentir tu piel 
bajo mi cuerpo fiel, 
hoy tengo en mi tristeza 
lluvia de te quieros 
para tus sensuales labios 
y el deseo de tenerte 
sobre mi vientre. 

Temo y me arrepiento, 
tu voz puro reflejo 
queda en el silencio 
de unas manos 
que te anhelan 
hablando de ternura 
acumulada 
por si volvieras. 

Temo que este amor 
al recordar el ayer, 
cautivo sea 
de esta pena 
que en ambición torno 
y percibir quiero tu olor 
fetiche en mi amanecer 
para paliar mi dolor. 

Copyright Fini López Santos (2012 
Todos los derechos reservados al autor








lunes, 15 de octubre de 2012

Reflejos



¡Toc, toc! Y apareciste ante mí, así, sin más, con esa mirada entre 
cándida y pudorosa. Ahora se que me vuelve loca... 
Me gusta recordarte, recrearme en todas y cada una de tus palabras dichas, 
hasta que dejaron de ser sonido tornándose susurros. 

Como cada mañana, Ada llegó puntual a su trabajo...siempre llevaba 
la sonrisa puesta, no era una mujer llamativa por su belleza, pero no pasaba 
desapercibida, ella, solía decir en clave de ironía... y con un guiño.
¡Destaco del montón! 

Levantaba alguna que otra envidia entre las chicas, por su simpatía 
y su forma de ser, siempre estaba para quien la necesitaba. 
Tras su mesa, no dejaba a nadie indiferente. 

Aquella mañana alguien preguntó por ella. 
-Soy yo –dijo Ada. 
Y al girarse se dio de bruces con una rosa envuelta con muy buen gusto. 
Frunció el ceño sorprendida... 
-Esto es para usted –dijo el mensajero. 
-¿Y esto? 
-Es un pedido que dejaron -dijo el chico alzando los hombros, acostumbrado 
quizá a aquellas situaciones. 
Una simple nota la acompañaba... 
“Para la chica de delicadas manos y sensuales labios”.





Al día siguiente fueron dos rosas y después tres y cada día se incrementaba
una más y la misma nota... 

Pensó que en algún momento se cansarían  y quedaría todo en una anécdota. 
¿Y si no eran para ella? ¿Y si confundieron el encargo?
Pero, no, recordó que el primer día preguntaron por su nombre, después 
ya no hizo falta.
Se estaba volviendo un poco temerosa, tres semanas, de lunes a viernes, 
quince rosas, pero esta vez con una nota distinta y
más sorprendente para Ada.

“Gracias por despertar en mi, sensaciones que suelo experimentar poco”. 

Su instinto la hizo mirar a su alrededor, como esperando una mirada de 
complicidad, una disimulada sonrisa, un guiño, pero no,
aún tendrían que pasar tres días para descubrir algo más.





Aquel fin de semana marcho fuera de la ciudad, se reunió con los amigos y 
aprovechó el viaje al máximo, tanto que se olvido de todo y es que Salvador 
era extraordinario. 

Fue el último en incorporarse al grupo y a pesar de verse poco, desde 
el principio hubo afinidad. 
-¿Todo bien Ada? -preguntó él. 
-Sí, si, ¿por qué lo preguntas? –contestó ella. 
-Un impulso –y sonrió. 
Aquella noche ella despertó envuelta en sudor y acelerado el pulso, su mente 
le jugo una pasada y el sueño, por como despertó, tuvo que ser bastante agradable. 

¡Andaba algo descontrolada! 

Y llego la hora, pero, esta vez nadie vino con rosas, justo cuando era la dieciséis, 
su numero... fue como un mazazo que la despertó de aquel bonito sueño, y para 
sus adentros se preguntó: ¿de qué me extraño? 

Tenía que llegar. Y pasó la mañana con esa sensación de vacío en el estómago, 
sensación que ya conocía y casi había olvidado.





Estaba recogiendo sus cosas cuando vio entrar  un ramo de rosas, todas blancas 
como cada día y en el centro una de un granate oscuro, y una sonrisa iluminó su 
cara, cogió el sobre de entre ellas y sin mirar le dijo al chico. 
-Déjalas ahí, gracias. 

Y se giro para tener intimidad, su corazón saltaba descontrolado, pero esta vez la
 nota solo llevaba el numero 16...Sin entender, absorta con la nota en las manos, 
escuchó una proposición... ¿Comemos juntos? 

Lentamente se dio la vuelta y apartando el ramo que aún seguía ocultándolo, vio 
a Salvador con una mirada enternecedora y ella, ella, solo acertó a mover su 
cabeza dándole un si por respuesta. 

Se tomó la tarde libre.
Él la enlazó por la cintura y ella se dejó llevar, toda la comida estuvo como 
en un segundo plano, lo escuchaba, lo miraba, sentía su mano sobre la de ella, 
era como si estuviese viendo una película en la que era uno 
de los protagonistas... y se sentía liviana, feliz. 





La acompaño hasta su apartamento y con voz calma Ada le dijo: 
-¿Subes? 
-Si subo, me quedo –contestó Salvador-. Se jugo el todo por el nada. 
-De ti depende... 

Salvador la atrajo hacia él por la cintura y la beso de tal manera, qué Ada quedo 
a la espera de que repitiera de nuevo y al abrir los ojos le vio con esa sonrisa tan 
especial y ella bajó la mirada algo cohibida. 

Le tenía tan cerca que aceleraba su pulso y por qué no reconocerlo, 
lo deseaba... debía notársele en los ojos por como la miraba él. 

No le dio tiempo de encender la luz del vestíbulo, él, cerro la puerta tras de si, 
con su espalda, mientras sus manos se apoderaron de la nuca de ella, su boca 
posesiva, mordió suavemente sus labios, los saboreo, jugo con ellos, hasta 
que ella le pido con ansiedad... ¡Bésame! 

Le fue desabotonando la blusa allí mismo, sin prisa, mientras su boca se deslizaba 
por el cuello de ella hasta llegar a su hombro y sus manos alcanzaron sus pechos, 
erectos, desafiantes, un escalofrío recorrió su piel, Ada, se dejó llevar 
envuelta en el sopor del deseo. 





Apartó la ropa que le sobraba dejando en libertad sus pechos, acerco los labios a sus 
pezones saboreandolos con glotonería, ella acaricio el pelo de él y se agarro a sus 
hombros para no caer, después todo fue un ir y venir recorriendo 
caminos por la piel de uno y otro, se acariciaron casi sin rozarse, evitando sus sexos 
para retardar el placer de tenerse, intensificándolo. 

Rodaron por entre las sabanas cambiando posiciones, se comieron a besos, se lamieron
hasta desgastarse quedando sin saliva y sin aliento y de nuevo llenaban sus pulmones con
ese boca a boca interminable donde enlazaban sus lenguas para saborearse una y otra vez. 

Mordió el lóbulo de su oreja y lo hizo estremecer como hoja al viento cuando se entretuvo 
a lo largo de su cuello, lo giro y recorrió su columna, vértebra a vértebra, sus manos 
al unísono se pasearon por sus costados notando como vibraba, en ese momento le
parecía indefenso, esclavo del placer proporcionado por ella.

Siguió su anatomía y mordió sus nalgas, las masajeó y sus dedos atrevidos recorrieron
 lentamente sus muslos internos, escuchándose un gemido de placer. 
-¡Me vuelves loco! 





Y quiso devolverle cada gota de sudor, cada escalofrío, cada gemido.
La tumbo boca arriba y jugo con su legua por el cuerpo de su hembra 
bajando hasta su sexo, tomando el elixir del amor al tiempo que ella gemía de 
placer y en un ahogado susurro le rogó entre espasmos de gozo. 
-Más, dame más... 

Arqueó su espalda, él la tomo por la cintura entrando en su cuerpo despacio, 
le abrazo ella con sus piernas mientras sus manos retorcían las sabanas y sus caderas 
bailaban frenéticas acompasando cada movimiento a los envites que él marcaba con 
ritmos cada vez más rápidos llegando al clímax entre tequieros, y sonidos guturales 
en gargantas rotas por el placer de un orgasmo. 

Al serenarse... Ada presencio lo más bello, lo más hermoso, el espejo le devolvió 
con sus reflejos la imagen de sus cuerpos desnudos 
y abrazados envueltos en un sopor placentero.




Al día siguiente llego al trabajo, bellisima, irradiaba felicidad, hasta el carmín 
de sus labios parecía recordar los besos dados cuando escuchó una voz 
familiar decir su nombre. 
-Sí, soy yo -contestó recordando la primera vez, sin poderlo evitar-.A
Su cuerpo tembló levemente. 

Una rosa blanca, se abrió camino hasta ella sin más adorno que un lazo del 
que colgaba un pequeño sobre, el corazón le dio un vuelco y su pulso se acelero, 
las miradas se centraron en Ada, a pesar de que ya era familiar la escena. 
-Gracias –no dijo más. 

Y sacando la nota, tan celosamente guardada en el sobre se giro tímidamente y leyó: 
-Necesito urgentemente las yemas de tus dedos recorriéndome sin prisa. 
Salvador. 

Y una lágrima de felicidad rodó por su mejilla, fruto de la tensión acumulada
en aquellos segundos interminables, que tardo en abrir el sobre.
Él, la observaba, comprendió que ya no podría apartarla de su lado.
¡La amaba!


Copyright Fini López Santos (2012) 
Fotos de la red









sábado, 13 de octubre de 2012

Solo entonces

Foto de la red


Tú eres el río 
qué baja entre la montaña 
y yo, la calma 
de una tranquila playa. 

Tú eres el ave 
qué transporta la semilla 
y yo, la flor 
qué a ella le da vida. 

Tú y yo somos dos,
como el río y la playa 
como el ave y la flor.

Tú eres el sol 
qué alimenta la tierra 
y yo, la hoz 
qué recoge la siembra. 

Tú eres la sangre 
qué fluye en mis venas 
y yo, el hambre 
de ansias nuevas. 

Tú y yo, somos dos, 
como la lluvia y el sol 
como la siembra y la hoz. 

Tú eres el amor 
en mis noches locas 
y yo, el dolor 
al dar nuevas formas. 

Tú y yo, somos tres, 
amor, ternura y placer. 

Copyright Fini López Santos (2012)















Me amas

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Por qué aún me miras 
mimoso como un niño 
después de tanto tiempo 
de apoyo y cariño. 

Por qué aún te agitas 
deseoso de una cita 
compartiendo noche a noche 
nuestra cama, nuestra vida. 

Por qué aún te me dormitas 
misterioso como espigas 
escuchando mis palabras 
tantas veces oídas. 

Por qué aún tu me sabes 
goloso como una risa 
cuando estoy diariamente 
saboreando tus labios de almíbar. 

Por qué aún me buscas 
temeroso de perderme, 
si cuando estas lejos 
no sé a qué atenerme. 

Copyright Fini López Santos
Todos los derechos reservados al autor




Liberación


A menudo estas conmigo 
me correspondes.
A menudo deseos siento 
y el viento y yo, cómplices. 

A menudo a ti me acercaría 
con ilusión renovada. 
A menudo confesaría 
que estoy enamorada. 

Entregándote mi calor 
de ilusión y magia. 
Olvidando el dolor 
de tu distancia. 

A menudo invisible soy 
no hay nada, ni nadie. 
A menudo ni estoy 
prohibido queda el tenerte. 

A menudo mi corazón 
lejos de olvidarte 
se llena de ilusión. 
para rescatarte. 

A menudo, bastante a menudo. 

Copyright Fini López (2012) 
Todos los derechos reservados al autor 







Aires nuevos

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Si, no puedo evitar pensar en ti... Lo que daría por 
cambiar el otoño de tus tristezas y regalarte 
luminosas primaveras... Pintaría de alegres colores 
tus atardeceres llenando de luz tus despertares. 
Bebería cada lágrima tuya y regaría mis labios con 
el dulce néctar de tu boca... Te desprendería de los 
malos recuerdos, los que sangran, los que duelen y 
te los cambiaría por risas libres en aires nuevos... Te 
entregaría mil caricias, cuál de todas más atrevida y 
te daría la llave de mi sensualidad, para mi locura 
para tu disfrute... A tu lado ningún día sería igual 
a otro y tu lo sabes... Cada mañana será única, cada 
atardecer el preludio de un baile desprendido y 
generoso, balbuceo de suspiros... Y las noches, un 
sinfín de derroches, desenfrenos con voz trémula 
donde ambos soltaremos las riendas... Y seré tuya 
cuando así lo decidas y te haré mío cuando menos 
te lo pienses. 

Copyright Fini López Santos (2012) 








viernes, 12 de octubre de 2012

Tú, mi tormento

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Mi alborada y mi noche 
el cuerpo enloquece 
me estalla la mente 
te sigo teniendo presente. 

Eres mi presente
eres mi sombra 
eres el aire 
qué a mi oído te nombra. 

¡Cuánto tiempo sin verte! 
¡Cuánta zozobra! 
¡Cuánto amor a escondidas! 
¡Pasaron tantas horas! 

No sé, si te tengo 
o te perdí en la aurora. 
en la noche te sueño 
eres mío en la alcoba. 

Eres amor, sufrimiento, 
ilusión y el tormento 
dulce néctar el tuyo 
qué me deja sin aliento. 

Copyright Fini López Santos (2012) 
Todos los derechos reservados al autor





Llegará el otoño



Me haces falta, lo sabes... 
¿Ya no lo recuerdas? 
¡Son tantas las cosas olvidadas! 
Parece no hubiese existido nada 
entre tu y yo. 
Qué tristeza amor, qué tristeza... 
Te diré que empecé a querer soltarme de 
tu risa, en descenso por tu mentón, 
saltando el acantilado de tu cuello hasta 
llegar a tu ombligo, solo un salto más y 
llego al suelo... 
Quise desprenderme cuando 
entendí que soy cautiva. 
¿Un poco tarde verdad? 
Nunca fui cobarde, mi vida, y ya ves 
...empecé a temer por mi cordura... 
¡Donde miro estás tú! 
¿Te molesta ser mi realidad? 
Sí, ya sé, ya sé, que nada me ofreciste. 
¡Tan poco pedí! 
Pero es tan bonito soñar... 
Y aquí me tienes, esperando que el 
otoño se lleve este calor que me 
tortura, pero, que me gusta sentir... 
Es cuando más cerca te siento de mí, 
más mío. Aunque no sea cierto y solo 
sean quimeras, por que... 
¿Acaso no lo son? 
Tan cierto como que tu presencia me 
enardece y mis sueños van más allá de 
tus labios, y mi boca, más allá de tu risa. 
Y al despertar en el silencio de la alcoba, 
recojo mi piel de entre las arrugadas 
sábanas y me guardo tus besos no dados 
como regalo de cumpleaños, que otro 
año vamos cumpliendo y soñando... 
Y llegó el otoño y vendrá el frío invierno, 
pero el viento no se llevará mis 
pensamientos, me traerá como 
siempre...tu aliento en mi cuello. 

Copyright Fini López Santos(2012) 
Foto subida de la red