Me haces falta, lo sabes...
¿Ya no lo recuerdas?
¡Son tantas las cosas olvidadas!
Parece no hubiese existido nada
entre tu y yo.
Qué tristeza amor, qué tristeza...
Te diré que empecé a querer soltarme de
tu risa, en descenso por tu mentón,
saltando el acantilado de tu cuello hasta
llegar a tu ombligo, solo un salto más y
llego al suelo...
Quise desprenderme cuando
entendí que soy cautiva.
¿Un poco tarde verdad?
Nunca fui cobarde, mi vida, y ya ves
...empecé a temer por mi cordura...
¡Donde miro estás tú!
¿Te molesta ser mi realidad?
Sí, ya sé, ya sé, que nada me ofreciste.
¡Tan poco pedí!
Pero es tan bonito soñar...
Y aquí me tienes, esperando que el
otoño se lleve este calor que me
tortura, pero, que me gusta sentir...
Es cuando más cerca te siento de mí,
más mío. Aunque no sea cierto y solo
sean quimeras, por que...
¿Acaso no lo son?
Tan cierto como que tu presencia me
enardece y mis sueños van más allá de
tus labios, y mi boca, más allá de tu risa.
Y al despertar en el silencio de la alcoba,
recojo mi piel de entre las arrugadas
sábanas y me guardo tus besos no dados
como regalo de cumpleaños, que otro
año vamos cumpliendo y soñando...
Y llegó el otoño y vendrá el frío invierno,
pero el viento no se llevará mis
pensamientos, me traerá como
siempre...tu aliento en mi cuello.
Copyright Fini López Santos(2012)
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