Tú, que a mis ojos estabas escondido,
que tanto me costó hallarte,
quisiera a todo el mundo
poder presentarte.
No pienses que al no verme
de ti voy a olvidarme,
tantos son los recuerdos que tengo
que mi corazón de gozo está lleno.
Aunque de hecho estemos lejos
no quieras hacerme daño
no me olvides, no...
que yo dejarte no quiero.
Dan tus labios
sensación de besos delicados,
entregas tanto, tanto...
que es pecado ocultarlo.
De no haberte conocido,
mi querido... mi amigo,
me hubiese perdido sin sospecharlo
toda la ternura que transmiten tus manos.
De no haberte conocido...
pero te conozco mi amigo.
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