Foto de la red
Es la cruel locura
quien en mi soledad,
me distrae contemplando
el oasis engañoso
que me produce la ebriedad
de este amor prohibido.
Y no es cierto...
Bien segura te lo digo,
que perdí el deseo
pintando soles en luna llena
entrelazando caricia y estrella
regalándote mis labios
para tus besos de agravios.
Y no es cierto...
Que vivo en tu silencio,
cuando entre las sabanas
me reinvento para tus manos
alfarero de mis sueños
ante la cadencia sin freno
de indomables caderas.
Y no es mi locura...
Quien me esposa a tus envites
para no perderme en el galopar sin rienda
ante el estremecimiento de gozo
que a borbotones disfruto,
la que te invita entre sentires
al preludio de una pasión.
¡Soy yo!
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