como siempre que pides describa alguna cosa,
me preguntas si me gusta la poesía
y escuchar de tus labios que me amas,
te cuento que cambio tu rosa cada día
y me siento como una niña ilusionada.
Y comparto tu jardín de ensueño
en medio de este laberinto
de aromas, colores y sonidos
del que solo tú eres dueño.
Y mis labios se dejan besar
como besas las palabras que te mando
y no creas que no te acompaño
porque no me apetezca,
es que nadie escribió mi nombre en la arena,
te imagino y siento vergüenza…
yo también escribí tu nombre en la tapa de mi carpeta.
Despiertas en mí, sentimientos dormidos
que afloran como algo prohibido,
mi boca te nombra sin pronunciar sonido
y mis manos te buscan cuando estas dormido,
acaricio tu pelo, tu espalda, sin rozarte
justo para no asustarte.
Te veo dormir plácidamente como un niño
y beso tus labios con un suspiro,
me marcho para que no veas mi sonrojo
al sentirme… ¡Te has movido!
Y con esto me despido,
desaparezco de tu jardín prohibido
y de la playa en la que nos vimos.
Y no se, si alguna vez me besaste
ni si alguna vez… ¡Nos quisimos!
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