Comenzó mi locura al conocerte
y fuiste de mi mente obsesión
cuando tu voz escuché,
llenando de heridas el corazón
por no saber comprender.
Fuiste como la aurora
amaneciendo en mi vida
con el primer rayo de sol,
una canción para bailar
sobre tu cuerpo en libertad.
Escuché tú sonrisa de amor
promesa de un mar picado
y a solas con tu olvido
fui torbellino de pasiones
en jaula de almohadones.
Después, nada supe de ti,
hoy vuelven a mi las dudas,
supe qué la vida te fue cruel
y mi sangre rugir de fieras
se fundió en un abrazo fiel.
De nuevo me abandono a tu oído,
sigues despertando mis locuras
y mi alma se llena de miedo.
Mi corazón está lleno de amor
pero mi cuerpo no quiere dueño.
Copyright Fini López Santos (2012)
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