sábado, 15 de septiembre de 2012

A corazón abierto


Aquella noche cuando nos presentaron 
sentí aún tiempo, frío y miedo, 
quizá sin saberlo me alertaron 
y mi voz tembló ante lo desconocido. 

Tu rostro de semblante sereno 
y tu boca manjar de dulzura 
llenaron el corazón de sentimiento 
y tus manos me inspiraron ternura. 

Sucedió una tarde, como en un sueño, 
en qué transportada por tus dulces palabras 
me entregue a ti sin reservas 
y en la distancia te sentí mi dueño. 

Qué amargos los días siguientes, 
qué largas las horas de insomnio, 
la mente gritaba palabras hirientes 
pero el corazón ganó en dominio. 

Después todo fue silencio 
día tras día olvido, 
marché lejos de tu recuerdo 
 intenté borrar mi sufrimiento. 

Hoy vuelven del pasado los fantasmas 
para anidar en mí pecho herido 
sangrando de nuevo heridas ocultas 
de un amor deseado y vivido. 

Me pediste olvido, 
y te di mi amor, 
atrás quedaron las huellas de lo vivido 
sin odio ni rencor. 

Copyright Fini López Santos (2012)
Foto subida de la red





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