martes, 9 de abril de 2013

Pinceladas








Cuando el corazón se empeña
vuelve ciego al amor.



















Me puedes condenar a no tenerte,
pero seré libre para soñarte.

















Si me abrazas
olvidaré el frío de tu ausencia.














A veces... quisiera olvidarte
y otras... lo que diera por verte.













¡No me mires a los ojos,
podrías descubrir mi secreto.















Y tu manos ajadas con mil cicatrices,
son las que inventan las caricias más suaves

Copyright Fini López Santos.
Fotos de la red

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