Foto de la red
Sequé las lágrimas
que atrevidas corrían
por mi faz, aquellas
que de boca a boca
en primavera volaban
libres, sin ataduras,
en caudal emanaban
al mirarte con descaro.
Tienes la mirada tierna…
El corazón cauteloso
goza a escondidas
de tan bello amor
y olvidar no quiero
la dicha de esos ojos,
se alborotan las entrañas
con la inmensa alegría
por desterrar el dolor.
Testigo mudo de una pasión…
Llega de tus manos
la tibieza de tus caricias
y atrás quedan duelos
para vivirte en mis días,
saborear glotona tus guiños
hasta sentirme llena
y respirar por los poros
de esta piel anochecida.
Te vi y me viste en tus pupilas…
Copyright Fini López Santos
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