Fotos de la red
Uno
Amor, he soñado silencios ¡Silencios!
Paseando contigo junto al mar
sintiendo mi mano en tu mano,
mirándonos silenciosos, llenos de aire puro,
de sol, de aromas de algas y sal.
Escucho música en mi interior, estas a mi lado.
Cada día qué pasa, como poco,
pienso mas en ti, como una adolescente, ¿Me crees?
Me gusta pensar que respiramos al sol, al viento,
a las nubes, y pasear cogidos de la mano.
Tantas veces te lleve conmigo por entre las blancas
palomas, los robles y los rayos del sol templando
tu cara ¡Como te gusta el sol!
Iba tan, tan sola, no había nadie a quien amar,
nadie me enseño a saber estar en soledad, y
buscaba y busqué a esa parte que me hacía falta
para llenar de música mi interior.
Pero ya no estoy sola, porque allá donde quiera que vaya
siempre te llevo en mí dejando que tus palabras
me llenen el alma.
Amor, me gustaría mucho que me dejaras mostrarte
el parque por el que suelo pasear, tengo tantas cosas que
contarte, tantas que decirte, que tú me devolverías la sonrisa,
me alegro tanto de ti, de mí, ¡No me agradezcas!
No, porque es solo para ti. Ya ves que como siempre,
te amo, siempre te amo.
¿Qué darte hoy, amor? Tengo que buscarme dentro,
Podría enviarte lo que me rodea, árboles que saludan
tierra verde, troncos con vestido nuevo,
mirar por ti me da una inmensa alegría…
Por otro lado, esa tendencia en nosotros a la
resignación, soledad, melancolía.
Pero no me resigno, no renuncio, no quiero estar
sola, no, sin ti no quiero.
Dentro de mí viven aún las hojas de los árboles
movidas por el viento, me gusta saber que me esperas
en ese puerto, que al poner pie en tierra firme, tú,
me recibes como si fuese nuestro primer encuentro.
Ya se que me esperas en todas partes, me esperas
en la luz, en la oscuridad, en el día y en la noche, en
tus palabras y en los pensamientos y yo,
deseo que me esperes, vida mía.
¿Esperarás, vida, me esperarás sin cansarte?
A veces pierdo un poco el decoro y como ahora, tarareo una
canción de Luis Miguel (que por cierto me gusta) amor,
amor, amor, nació de ti, nació de mí, de la esperanza…
La esperanza de que vivas en mí, en mis besos, en mi piel
y sientas una noche de ¿locura?
Una noche de ternura…
Copyright Fini López Santos (2012)
Dos
Amor, en este día quiero decirte ¡Te amo!
Por hoy no te digo más, pero no podía dejar
de compartirte otro sentimiento ¡Otro!
Bueno, el mismo reforzado, al fin y al cabo
son mis letras y tú mi hombre, a quien amo.
Al hablarte hoy ¡Qué bien me siento!
Me contemplo aquí como en un espejo y me
digo: ¡Sí, así soy! Y me alegra mucho ser así,
para empezar, empiezo el día con mi sonrisa pensando
en ti, se acabaron los enojos…
Luz apagada en la sala, solo queda la lámpara que
me alumbra para escribirte, no más luz que la
necesaria para ti y para mí, lo demás es sombra.
Me recreo en esto, miro a mí alrededor y no penetra
la mirada en nada, es una momentánea abolición de lo
que no sea la mesa, vuelan los pensamientos en torno mío.
Tengo la sensación, íntimamente deliciosa, de encender
nuestro mundo, de apagar el restante.
Hay fronteras, fronteras de luz, para nuestro reino
lejos del vasto conjunto del mundo,
un espacio, unos centímetros cuadrados, una isla.
Nuestra isla, esta luz alrededor, enorme, amor
yo te lo aseguro, solo dos seres, tú y yo, como en el beso.
¡Casi sensación de beso!
Lámpara, luz, hablarte, igual a una isla para los dos,
Alguien escribió: “En leves mundos frágiles, hemos vivido juntos”
¡Como agradecerte eso, vida!
Esa belleza de este instante en que yo me siento vivir a tu lado,
con la profunda alegría de que un amor, me acompaña aquí en
mi soledad, que siento tu perfume en el roce de mi piel,
mareada me dejaste con el beso, en tus brazos me
refugié y perdiendo mi templanza te busqué.
Voy a hablarte, lo diré otra vez, voy a escribirte…
no sé aún lo que voy a decirte ¡Me da igual!
Pero lo que si sé es qué al final de mi día
no hay cansancio si no, una fuerza nueva.
Un impulso mueve mis manos para encender
la luz, para coger papel y abrir nuevos senderos
hacia ti, a través de mis palabras.
En cada acto que parece insignificante se revela
todo mi amor, alegría de gozarte, de ser, de vivir.
Amor, separada de ti acaso no tengo conciencia viva,
tan penetrante de lo que tu amor es para mí.
¿Qué sería de mí? No en abstracto, no, sino en este
segundo ¡Si no te tuviera!
Voy a hablarte amor, yo te ruego que escuches bien lo
que acabo de decir.
Nunca he deseado como ahora que mis palabras
traduzcan fielmente el estado de mi corazón,
ya ves, todos los días te hablo, pero como hoy, nunca
sentí la necesidad de hablarte.
Que jamás me falte este gozo como no sea
para dejar lugar al otro, al insuperable, al de verte,
al de mirarte, al de abrazarte con toda mi vida.
Amor, en estas líneas te estoy dando algo
qué siento en mi raíz más profunda, ojala, sientas tras
ellas la felicidad que tú me das, qué yo recibo y
que quiero devolverte.
Sí, asombroso lo de las coincidencias, hay cuatro
ultimas, auténticamente sorprendentes.
Una palabra: tú hablabas casi al mismo tiempo que
yo escribía, por las mismas razones, ¡verdad!
Te aseguro que me produce esta sintonia un placer
extraordinario, tú me dices cosas y yo otras
exactamente igual.
¿Amor, puede ser casualidad tantas cosas?
Estoy segura de que es azar.
Lo que sí sé, es que esas “Casualidades” me confirman más
y más no en mi amor (que no necesita confirmación alguna)
sino en la predestinación de nuestro amor.
Nos sentimos tú y yo, nos comprendemos y son coincidencias
y diferencias indispensables, amor, amor, no malgastemos
jamás ese tesoro, vida.
No puede ser un capricho nuestro amor, ni arrebato ciego,
¿Te ofendí amor? No, ¡verdad!
¿Percibes tú que sea algo de eso? Yo no.
Yo lo percibo con raíces, con muchas bases, muy anchas,
todas mis facultades encuentran en ti satisfacción plena,
a ningún impulso en los anhelos de mis gustos, permaneces mudo.
Todo lo mío encuentra motivos en los que deleitarme y admirarte.
¡Como te quiero! Es cierto y no miento, que a veces deseo
tu cuerpo, que a veces reclamo el sabor de tus besos,
no miento, son los menos.
Mi amor no es carnal (que también lo quiero)
en mí es donde lo siento, perdóname,
perdóname si te ofendí con ello.
Cuatro
Amor, no sé en nuestro caso quién es el que ama
y cuál es el amado, lo que sí sé, es que amo,
amo frenéticamente, amo con toda la potencia
de mi vida a ti, mi amor, y pido a la vida no te
quite de mí nunca, y me de tu amor
entero uno de estos días.
Bueno, también es interesante que
nos vayamos a dormir, de lo contrario no podré
seguir escribiendo, para otras confidencias.
Amar, es como si todo lo que me rodea
emitiese una melodía perfecta,
quizá sea otoño, pero
esta sensación
perdura.
Amor, amor, vida de mi vida,
necesito la melodía de tu voz y tu calor,
pocas veces te está amando tanto tu amor, pocas
veces te ha sentido desprenderse de su voz y
envolverse en tu boca, en tu alma para
besar al hombre de mi vida.
Amor, mira tú si nos comprendemos,
mira cómo podemos refugiarnos el uno en el otro.
Mi amor… al escribirte, al escucharte, me hubiese gustado
estar frente a ti, arrodillarme ante la noche y las estrellas
y decirte lo mucho que amo a esa estrella polar nuestra.
Hoy el día a sido como la continuación de los dulces
sueños de mi amor, así me he despertado hoy,
cantándome el alma, resguardandome
del frío.
Vida, mira si la estrella me habló bien de ti,
que me lleno de sentimientos provocadores,
titilaba como el corazón, mas cerca que las otras.
Tengo tanta luz que mi corazón parece una estrella, por la
noche cuando te asomes a la ventana, ¡Mírala! Bueno ya
me entiendes. Y, así es amor, como te siento tan
cerca que me fundo contigo.
Mientras dormía esta noche he sentido
como me besabas y la melodía me transportaba.
Amor de mi vida, otro día más como los otros
que me abrigas con tu amor ¿Verdad que sí?
Me siento viva como el primer día
que nos encontramos, reconozco en tus
nuevas palabras, tu amor, tu bondad,
que reposa sobre mí como una
flor, no sabes lo que te amo,
como nos comprendemos, como me
recompensa escuchar tu voz, es pura como tú.
Ojala pudiese materializar mi espíritu para
besar tu boca, en todo tú, porque todos
mis besos son tuyos, míos, de los dos.
¡Y es que amor, me entregas tanto con un beso!
Cielo mío, tan puro percibo todo y tan
apasionado, que me siento temblar cuando te digo:
Buenas noches. Te amo.
Copyright Fini López Santos (2012)
Cinco
Amor, mi amor de primavera,
te tengo tatuado en el alma.
¿Ves tú? No quise hacerte un poema
bonito, ni expresar un pensamiento profundo, no.
Solo quería hablarte sencillamente, pero noto como
me lanzo entusiasta, arrebatada en las primeras letras
y luego de pronto tengo miedo, timidez y se me
arrebolan las mejillas. Siempre me pareciste,
oculto pero real desde el primer día.
Me gustan esas palabras como la curva de tu barbilla,
o el color de tu tez, por lo natural, amor mío,
¿Cuándo te veré, cuándo te diré, cuándo te besaré?.
No lo quiero pensar, de tanto como lo quiero realizar.
Tus palabras son, hoy para mí, como algunas de tus
ropas, algo que te oculta y te revela a la vez, algo
que te cubre y te designa.
Perdóname, perdóname, no
soy mujer de abstracciones, no
quiero un hombre abstracto, quiero
a un hombre adorable en cuerpo y alma
y hoy me siento con los brazos vacíos, sin
nada que estrechar en ellos y con un cuerpo
maravillo, increíble, qué querría tener aquí
a mi lado, junto al mío..
Hoy, observaba tu forma de andar pausada pero
firme, tus pisadas eran suaves y sin estridencias,
completamente insonoras. Resulta interesante
este ejercicio de poder contemplarte sin ser
vista, porque nos muestra a la persona tal
como es, sin fingimientos.
Hoy, quizá te escriba un
poema en vista de este sereno
azul del cielo tan hermoso.
Para que veas que no soy perfecta,
te voy a decir, que he sentido envidia
de la luz que va contigo a un tiempo,
mientras caminas, este a sido mi defecto
de hoy ¿lo ves mi amor? Pero estoy segura
que a ti no te parecerá ningún defecto.
Porque de ser luz iría a verte con todo mi corazón
a darte muchos abrazos, besos, mi amor.
Este espléndido tiempo que hace me incita más a
abrazarte y besarte, mi vida, hoy estoy sensiblera,
¿Tú como lo ves? En ocasiones sin decir nada,
se dice todo, es mejor sugerir que decir.
Que cada cual interprete a su manera.
¿No te parece amor?
No puedo dejar de pensar una y
otra vez en lo mucho que me has dicho,
nos correspondemos amor el uno con el otro.
Así te hablo hoy para besarte los labios.
¡Cuánto me queda por hablarte, por amarte, aún!
¡Poder abrazarte amor, hasta la asfixia besarte!
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