Contando 53 semanas - Semana 45 de 53
Palabra - Nido
Fotos de la red
Miraba a través del cristal con sus pequeños ojos
embelesada ante el brillo de aquel objeto sobre
la cómoda, eran su debilidad, cuanto más
brillante más le llamaban la atención.
No importaba el valor, sólo el llamativo
reflejo de su color.
Vestía con elegancia en blanco
y negro iridiscente.
Era esbelta, astuta y algo
común en su especie, inteligente.
Tan absorta estaba maquinando como
entrar, que olvidó vigilar y cubrir sus espaldas.
Sintió un golpe certero, seco, la vida se le escapaba
por el pico y quedó dormida en el alfeizar de la ventana.
Quedó lleno de tesoros el nido junto a sus pichones desolados.
Copyright Fini López Santos
Más nidos en el blog de Sindel
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Y no es avaricia, es interés por el brillo y el oropel. Tengo un tirachinas muy parecido a ese pero no lo uso contra aves, ni nada que se mueva, es mas un objeto de recuerdo. Saltos y brincos
ResponderEliminarA veces nos interesamos por cosas banales perdiendo interés por lo real.
EliminarUn abrazo preciosa.
No me gustan esos aparatos, ni nada que sea para dañar a los animales. Muchos niños lo hacen como un juego, para mí es pura perversión.
ResponderEliminarTu poema a pesar de su belleza y sutileza es muy triste, me ha quedado una sensación de impotencia absoluta.
Un beso :)
Nos entretenemos en la apariencia olvidando el verdadero valor de las cosas.
EliminarUn beso
Muy interesante perspectiva del nido y el abatimiento. La destrucción y la muerte giran entorno al texto. Me ha gustado mucho, las fotos amplian la idea y la refuerzan
ResponderEliminarGracias por detenerte en este mi humilde blog. y dejarme tu comentario.
EliminarQuien busca aquello que no le pertenece a veces puede llegar a este cruel destino.
ResponderEliminarBesos
Aunque sea por interés natural.
EliminarBesos
Musa, tu poema-relato nos deja paralizados y nos damos cuenta de que a veces buscamos la belleza y el brillo de lo material y nos olvidamos del tesoro más grande, que tenemos en nuestro hogar...
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo de luz, amiga.
M.Jesús
Nos deslumbran las luces de neón y dejamos la luz de la vela.
EliminarUn abrazo amiga.
Finita
¡Cuantas urracas existen en la vida
ResponderEliminar¡Y cuanto brillo falso!
EliminarDe pequeña, muchas veces vi al los niños utilizar el tirachinas, no era agradable, pues lanzaban las piedras contra los cristales y a veces a los pájaros que había por los árboles.
ResponderEliminarUn abrazo Musa.
Quien lo inventó sabía su utilidad, como su nombre indica... siguen perdiendo los indefensos.
EliminarUn abrazo Conchi
Ay que triste, aunque hay un mensaje en tu bello poema. Dejo sus tesoros en su nido por atirancia al brillo de la tirachina. Me ha dejado un sabor amargo el final.
ResponderEliminarUn beso Finita..Siempre es un placer venir a tu casa y leerte
Céline
Siempre es triste el final cuando hay polluelos por medio.
EliminarUn beso preciosa.
Finita
Un poco triste aunque sea merecedora de castigo, y el final deja en la boca un gusto amargo.
ResponderEliminarLa construcción del poema és perfecto para mi gusto. Un abrazo fuerte, amiga.
Gracias Montserrat por tus palabras, me animan.
EliminarUn fuerte abrazo.
Muy triste el final. Me ha recordado la vida actual, con los humanos. Cuantos dejan la vida por el dinero, por lo que brilla. Los que pierden la vida vendiendo la droga y se matan entre ellos. Sé que no tiene nada que ver, pero, me acordé de algo que paso hace 3 dias en francia.
ResponderEliminarLos niños, los adolescentes, hay que protegerlos.
Un beso Finita. Mucho gusto leerte
Josy
Eso es lo bonito de un escrito, puede llevarte lejos en la memoria, inclusive donde uno no quisiera. Gracias mil Josy. Besos
EliminarFinita
Que triste perder la vida tan tontamente, dejando sus crias en el nido.
ResponderEliminarHay que proteger el nido, siempre, nunca dejar a sus hijos solos. Ese tirachinas le fué fatal.
Muy bien escrito hermanita. Aunque el final es triste.
Un beso.
Isa
La curiosidad a veces trae malas cosas.
EliminarBesos preciosa.
Finita
Triste y tonta manera de dar final a una vida!...sólo el hombre es capaz de algo tan cruel.
ResponderEliminarun abrazo
No deja de ser un arma en manos del hombre.
EliminarUn abrazo
Es inaudito el comportamiento del ser humano. Es un poema triste que destaca las fechorías, la ignorancia del peor enemigo de nuestro planeta tierra.
ResponderEliminarBeso
Habría que saber la versión de las dos partes :-)
EliminarBesos
Peligroso artefacto en manos inexpertas dan lugar a hechos tan sencillos como este aunque triste, como triste tu maravilloso poema que tejes con mucha sutileza. Los brillos siempre deslumbran y distraen...
ResponderEliminarMuy precioso Musa.
Hola Elda, gracias.
EliminarCierto, todo es una bomba de relojería en manos inexpertas.
Desde muy pequeños nos abocamos en la tarea de inculcar a nuestros hijos el amor a la naturaleza
ResponderEliminarMe has conmovido
Cariños Musa !!!
A veces un juego puede acarrear desgracias.
EliminarCariños Marta
Que triste final. La curiosidad puede ser fatal, nunca debemos apartarnos del nido. Muy bello Finita
ResponderEliminarUn besito de Sophie
Gracias Sophie, hay veces que los caminos se tuercen.
EliminarUn beso
Finita
Pobre urraca, ella tan ufana...
ResponderEliminarBesos
La avaricia no es buena...
EliminarBesos
Días atrás he hecho varias intentonas para llegar hasta tu espacio y no me dejaba acceder a leer tu poema, no me digas lo que pudo haber pasado.
ResponderEliminarComo a mí siempre me gusta visitar a todos aquellos que han dedicado un tiempo en dejar unas letras en mi espacio, he vuelto a intentarlo ahora y me encuentro con un bello poema que, aunque triste, no se separa de la realidad.
Desde mi ventana contemplo todos los días un árbol con un nido de urracas, en primavera crían y las veo ir y volver trayendo comida en el pico para alimentar a sus polluelos hambrientos.
No siempre regresan, confiemos que uno de los miembros de la pareja quede para seguir alimentando al fruto de su amor que permanece en ese nido.
Cariños en el corazón.
kasioles
Me alegro infinitamente que hayas podido entrar, agradezco tu constancia.
EliminarConfío en que cada primavera puedas seguir contemplando esa belleza de nido.
Cariños y abrazos.
Finita
Es triste pero muy cierto. Si nos molestásemos en educar en la conciencia y el respeto a la naturaleza no se darían capítulos tan desgarradores como este. Normalmente a pocos metros de la carretera suelo ver a malnacidos con escopetas que en su día empezaron con tirachinas ejerciendo su (llamado por ellos) deporte de la caza. Disfrazar un asesinato de un ser vivo con palabras no te da la razón y te priva de argumentos.
ResponderEliminarMe encanta leerte amiga. Muchas gracias por no haber estado a mi lado.
Muchos besos.
Mil gracias a ti Karras, no importa el error, solo sobra el "no", pero no por ello voy a quitar tu comentario. Mientras sigas siendo tu, te seguiré.
EliminarBesos
Que triste poema Finita. Me gusta observar los nidos, es todo otro mundo
ResponderEliminarte deseo un feliz fin de semana
Besos de Alex
Igualmente para ti preciosa, feliz finde.
EliminarBesos
Finita
Ay! Qué penita!! Me vino a la mente una canción de María Elena Walsh, que decía:.. "al que mata a los pajaritos, le crece en el corazón, una barra de hielo negro, y un remolino de dolor"
ResponderEliminarUn poema triste, que deja ese tono de desolación, esa misma que acariciará a esos pichoncitos huérfanos. Bellamente escrito, a pesar de la realidad que cobija ese nido.
Besos!!
Gaby*
Gracias mil por tus palabras y tu visita.
EliminarMe encantó la letra de la canción...la buscaré.
Besos
Finita
Que tengas una buena semana y que puedas decir buenos días...por mas que no lo sean
ResponderEliminarCariños
Buena semana Marta, igualmente para ti.
EliminarCariños y abrazos.