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Había tanta magia…
Una pregunta escueta y directa
con un sí por respuesta.
Y la curiosidad por indagar,
le gano a la prudencia establecida
en una sociedad hostil y homófoba.
Había tanta complicidad…
Tras el portalón del viejo patio de
vecinos
nuestras citas clandestinas
fueron sembrando de amapolas
hojarasca y secas piñas.
Había tanto dolor…
Al igual que el capirote con sus trinos
tus sonoras risas fueron
aquellas que hacían temblar los
cimientos, dolor acumulado
en cuerpo destronado.
©Copyright Fini López Santos.
Hay tanta belleza en tu poema!!.
ResponderEliminarBesos.
Ml gracias Conchi por tu visita.
EliminarBesos.
Oh, que bonito, magia, complicidad... y dolor, la belleza tambien cabe en el dolor. Un abrazo
ResponderEliminarGracias Ester por estar siempre.
EliminarUn abrazo.
Muy ágil y bello tu poema.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Sara O
EliminarUn abrazo.
Precioso tu poema, magia en todo él sobre todo en las citas clandestinas, me encanta esa estrofa aunque tenga dolor, pero dibujas esas sensaciones de maravilla con la sutileza de siempre.
ResponderEliminarUn abrazo Fina y buen fin de semana.
Siempre tan amable amiga.
EliminarUn abrazo.
Yo me quedo con la magia y la complicidad que se vive en esas citas clandestinas y tu arte para transmitirlo al versar. Siento que el dolor vaya también implícito en el amor.
ResponderEliminarCariños.
kasioles
Gracias amiga.
EliminarCariños.
Ya veo que somos dos las que estamos en silencio, a mí me falta tiempo para tener mi espacio al día, pero me acordé de ti y he hecho un hueco para visitarte, creí que habías publicado algo nuevo.
ResponderEliminarDeseo que todo vaya bien en tu entorno.
Disfruta del fin de semana.
Cariños.
Kasioles
Si Kasioles, falta de tiempo, no de ganas. Mil gracias por tu visita.
EliminarCariños y abrazo infinito.
Preciosa armonía, Fini. Enhorabuena.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias Francisco, perdón por la tardanza al contestar, no meavisó de tu comentario.
EliminarUn abrazo.