No me dejes solo

Contando 53 semanas - Semana 44 

Obra de Adriana Gabriela Tubores

Aquella tarde fueron a buscarle al colegio antes de 

terminar las clases, pero era urgente su presencia en el 

hospital, su abuelo lo llamaba insistentemente.

Desde que la madre desapareció eran uña y carne, se 

conocían solo con mirarse, sus ojos verde esmeralda 

hablaban sin palabras con la inocencia de sus ocho años 

y en su iris se reflejaba la pureza de su alma.

Ojos ávidos de todo lo que el abuelo le enseñaba.

Era tanto amor el que se profesaban, tanta la 

complicidad, que si uno enfermaba, enfermaba el otro 

para no separarse.

La habitación era de un blanco impoluto, una cama, una 

silla y un cuadro algo extraño para él, se acercó a su 

abuelo tomándole la mano con dulzura acariciando su 

piel desgastada por el trabajo y los años y un escalofrío 

recorrió su pequeño cuerpo…y tuvo miedo…mucho 

miedo, tanto que palideció.

¡No me dejes solo abuelo, llévame contigo!

Y treparon por los parpados dorados penetrando en un 

iris profundo acuoso y triste, como Peter Pan, viajaron 

por la luz que desprendía el sol de su mirada y las 

pestañas de aquel ojo enmarcado los impulso hacia las 

estrellas unidos de la mano.

En la fría cama quedaron sus cuerpos abrazados.

Copyright Fini López Santos

Foto de la red

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Como siempre mil gracias.