Tu semblante me entristece
tan decaído, tan ausente,
que pareces estatua inerte.
Tus labios me dicen
lo que ordena tu mente
creerlos no pude
tus ojos no mienten.
¡Qué tristeza hay en tu alma
que ni ocultarla puedes!
Te descubres cuando hablas
y yo, acepto tus despliegues.
Amor, extiende tu manto
en su piel desierta,
que sea para el mi beso
como el agua fresca.
En mis carnes tan vivo
tan dormido en sus venas,
amor, a veces pienso
si mereces la pena.
Amor, siento te tengo cerca,
pero sigues ausente
y mi corazón desespera.
Copyright Fini López Santos
No hay comentarios:
Publicar un comentario