Foto de la red
Hoy tuve un sueño
si, pude ver tu sonrisa
y me sentí sumisa
sin tener dueño.
Tú sola presencia
lleno de paz mi noche
siendo paciente guía
de una vida sin derroche.
La templanza, tu mesura
hicieron huella en mi cordura,
fue panacea para el alma
llenando el corazón de calma.
Y te sentí a mi lado
en mi espalda, en mi costado
y me deje acariciar por tus palabras
llenas de dulzura y alumbras
cada suspiro ahogado
siendo mi ángel bienaventurado.
Copyright Fini López Santos
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