Sevilla
“El amor no conoce la palabra basta.”
Ahora te hablo mucho en sueños…será que te extraño.
Esta mañana fui a la lonja y de vuelta, como siempre que vienes
a mi memoria y necesito hablarte, me senté en un banco para
escribirte y allí estabas, esperándome y juntos visitamos la catedral
y sus alrededores, disfrutamos del aroma a azahar admirando el
patio de los Naranjos y quedamos extasiados al disfrutar de la bóveda
en estrella frente a la capilla Mayor, te llevé conmigo, prietas las manos,
la mía entre la tuya y nos llenamos de paz frente a la puerta del Perdón.
De lo que hemos visto (por que tú lo viste conmigo) te hablo para
que no lo olvides… ¡Qué bonito está el río!
Los ríos van al mar y el mar me lleva a ti…sigo divagando.
Nos divertimos mucho… y en aquel recodo de la Giralda, apreté fuerte
tu mano y te dije: Amor…te quiero.
Decía, que contigo se puede hablar de todo, deseo tanto despertar
una mañana abrazadita a tu lado, por cierto, estos días ha llovido
mucho y sentada en La Campana, donde tú y yo nos hacíamos
confidencias, observo a la gente tras el cristal adornado con una cortina
de agua formada por gotas viajeras vencidas por la fuerza del viento.
Algunos corren sin paraguas, una joven lo comparte con un señor
mayor y este la mira agradecido mientras ella le ofrece su brazo,
gesto que me a conmovido.
¿Sabes?… ¡Claro que sabes de mi sueño! ...una casa junto al mar,
entre naranjos a ser posible y descansar allí contigo, el hombre al
que amo…vendrían los pájaros a cantarnos en la mañana, en el
silencio dulce de nuestra entrega con un amor infinito lleno de
aromas y canticos. A solas, tú y yo, con el mundo.
Copyright Fini López Santos
Fotos autoría: Manuel Cubbear
Itálica (Santiponce) Sevilla