domingo, 21 de octubre de 2012

Dudas



Tu semblante me entristece 
tan decaído, tan ausente, 
qué pareces estatua inerte 
y hasta el viento enloquece. 

Tus labios me dicen 
lo qué ordena tu mente, 
y aún queriendo olvidarme 
tus ojos, no mienten. 

Tus manos suaves al tacto 
se tornaron árido desierto 
tan pequeñas, tan cansadas 
qué me incitan a besarlas. 

“Qué tristeza hay en tu alma 
qué ni ocultarla puedes” 
Te destapas cuando hablas 
yo, acepto tus despliegues. 

¡Si devolver pudiese 
a tu vida la confianza, 
si me dejases ayudarte 
a conseguir la calma! 

Amor, extiende tu manto 
en su piel desierta 
que sea para él mi beso 
como el agua fresca. 

En mis carnes tan vivo 
tan dormido en sus venas 
amor, a veces pienso 
si no serán quimeras. 

Copyright Fini López Santos (2012) 
Foto de la red






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