Borré todo vestigio de tu presencia
en plena facultad de pensamientos
y arranqué de cuajo y con firmeza,
de una ausencia el dolor, tras la
puerta abierta de elocuentes silencios.
Aniquilaron mis dedos todo sabor
prendido en el perfil de mis labios,
exfolié de mi boca las huellas muertas
de unos besos olvidados y al caer la
noche tras las piedras del angosto
camino, el sol, enmudece la fiesta de
un final de verano arrogante y traicionero.
Copyright Fini López Santos.
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