¡Cuántas veces deseé tenerte!
Perderme entre tus labios
y quedar prendida en ellos,
como aquellos besos
que anhelo y presiento.
Boca que resbala
hasta la nuez de tu garganta
subiendo lentamente hasta tu barba,
recorriendo tu mandíbula
para llegar a tu mejilla.
Y en la frontera me detengo
entre tu hombro y el cuello
y me pierdo y me entretengo,
lamo, degusto y saboreo
sorbiendo suspiros del momento.
Y si me permites, que sí…
bajare por tu pecho
a detenerme en tu vientre,
a colocarme en tu ombligo,
mis manos te atraerán hacia mí
y fundiré mis labios con tu piel
y tú…te fundirás conmigo.
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