Foto de la red
Tú…tú provocabas
yo…yo aceptaba
yo…yo devolvía
tú…tú recogías,
todo eran miradas furtivas.
Fue intencionado nuestro roce,
dialogó piel con piel
y como las brasas candentes
de una hoguera medio apagar,
saltó la llama ardiente
acelerando dos cuerpos
que deseaban amar.
Todo fueron miradas furtivas.
Tú…tú recogías
yo…yo devolvía
yo…yo aceptaba
tú…tú provocabas.
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