Mírame dijiste…
No vuelvas tu cara
quiero ver tus mejillas
como las granas sonrosadas.
Tus ojos no escondas dijiste…
Necesito mirarte
absorto en el placer
del ronroneo de tu boca.
Déjame me dijiste…
¡Déjame que te goce!
Sienteme y entrégate toda
que sienta tu cuerpo mi roce
olvida vergüenzas, deja la ropa.
Tómame dijiste…
Tuyo quiero sentirme
en esta mañana loca
templando las ganas por vivirme
llena de sensualidad y derrota.
No me olvides me pediste…
Venceme, lléname de tu amor
ámame hasta el límite
que no exista más dolor.
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