Propuesta de Ginebra
Diario de vacaciones (Propuesta de verano)
Elegí:
Bibliotecario (Una despedida)
Foto de la red
El frío era insoportable,
con las prisas dejo su abrigo en el diván de aquel salón familiar y
lejano en aquel momento.
No se reconocía
deambulando cual nómada, sin pensar que se podía extraviar, aunque
girase sobre sí y retomara sus propias pisadas.
La tarde estaba plomiza y
desapacible.
Su mente por un instante
cerró capítulo y extrañamente dejo de recordar el dolor que lo
llevó al abismo, casi hasta la locura.
Tuvo que aceptar y
aceptarse, reiniciarse hasta comprender que no era culpable, que el
dolor no era premio alguno para la aceptación como persona.
Le dijo a dios a una vida
llena de lujos y palmeros por el simple echo de estar casado con don
dinero, pero no pudo engañarse así mismo, todo fue una farsa para
complacer a sus suyos.
Nada resulto ser lo que
era, ni él la quería, ni ella deseaba.
Fue una despedida lenta,
dura emocionalmente, no era el primero, pero su familia no admitió
su decisión, fue rechazado y se sintió un apestado.
Aquella noche
se cumplieron tres años, años encerrado
en su caparazón lejos de
su ciudad.
Entro en aquella biblioteca
cafetería y se pidió un capuchino, el aroma que desprendía la taza
lo hizo volar y de pronto
recordó que debía volver al trabajo.
Tras sus gafas, cabizbajo,
serio y distante, como autómata contestaba a todo aquel que le
preguntaba por algún libro.
-Sección de novela, tercer
pasillo.
-Biografías al fondo.
-Poesía arriba a la
izquierda.
Tropezaron sus miradas,
bajó la vista presurosa esperando que se marchase en busca de su
poeta preferido y quedó perplejo
ante el descubrimiento de sus
latidos.
Acepto a Ricardo sin más
pretensiones que amar y ser amado.
Tras los cristales siguen
alegres los gorriones cantando y una mano sobre su hombro le recuerda
que no está solo, aunque algunos se empeñen en
pintar de gris el
sol.
Copyright Fini López
Santos.
Que bueno, una biblioteca preciosa, eres una artista y te concederemos el titulo de bibliotecaria de honor. Abrazos
ResponderEliminarJajaja, eres un sol.
EliminarAbrazos.
Una hermosa propuesta de nuestra querida amiga Ginebra. Tu texto es cautivador, atrapan al lector con la elegancia que te caracteriza. Mi aplauso y cariño amiga mía un placer pasar por aquí y sentir tus letras en mi piel.
ResponderEliminarEl placer es mío por tu visita, mil gracias.
EliminarUn abrazo.
Musa la vida es así, cuando se cierra una puerta se abre una ventana...A veces hay que decir adiós, aunque nos cueste para encontrar el equilibrio y la paz.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo por tus buenas letras y tu amor a la literatura, amiga.
Gracias siempre a ti amiga, es un honor siempre tu visita.
EliminarUn abrazo.
Muchas veces necesitamos una mano sobre nuestro hombro.
ResponderEliminarBesos-
Así es Conchi, nunca viene mal.
EliminarBesos.
Pues me ha gustado, cuando una puerta se cierra quién sabe qué ventana se abre, y dónde mejor que en una biblioteca.
ResponderEliminarUn gusto leerte. Un abrazo y feliz verano
Gracias por tu comentario y por tu visita, es un placer.
EliminarFeliz verano, nos leemos.
Un abrazo.
Hay que aprender a soltar... aunque sea difícil la vida. Buen texto. Besos
ResponderEliminarEstá muy de moda lo de soltar...pero es cierto.
EliminarMuchas gracias hanna. Besos.