Sin título. Autor: Carlos Bellver
Pintura acrílica sobre bastidor
Triste y gris amaneció, nubarrones tiñen de
negro el cielo
presagio de fuerte aguacero.
Se escucha estruendo en el horizonte
y una telaraña de rayos ilumina la ciudad anegada de agua.
Las calles desérticas, frías, como lugar fantasma
salido de la mejor novela negra.
Tras los cristales observo
el baile de gotas en el charco
y una cortina de lluvia
intenta opacar
la luz de la farola frente a mí.
Mi corazón está sereno.
Copyright Fini López
Amaga una tormenta y la describes con la serenidad que alberga tu corazón, el resultado es un poema precioso. Abrazos enormes
ResponderEliminarAbrazos y mil gracias por pasar.
EliminarPrecioso Musa, has hecho una fotografía de esa observación muy poética, y donde la serenidad embarga al lector igualmente que a la poeta.
ResponderEliminarSiempre es un placer leer versos tan elegantes (aunque me repita, pero así me parece).
Un abrazo y buen fin de semana.
Un abrazo enorme, gracias por pasar.
EliminarBuen fin de semana.
La cereza del pastel es esa serenidad que libera al final.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias por pasar.
EliminarUn abrazo sara.
Mi querida Fini, cuando la lluvia cae como un velo sobre la tierra, se siente una serenidad esperada. Tus letras envuelven los sentidos también en esta serenidad.
ResponderEliminarBesos amiga y feliz fin de semana!!
Besos Rosana, mil gracias por pasar.
EliminarBuen fin de semana cielo.
Musa, tus letras caen suaves, nos tiñen de gris, pero van limpiando el alma poco a poco y el resultado es una renovación interna, que a veces la lluvia consigue cuando cae del cielo bendiciendo al mundo.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo por esta preciosidad.
Gracias Mª Jesús, siempre tienes palabras maravillosas para regalar.
EliminarUn abrazo amiga.
Feliz fin de semana.