Porque todos mis pensamientos
son y eres tu, siempre tu, sólo tu…hasta
que el tiempo una en sutura la dolorosa
herida que sangra y cicatrice desde dentro.
Pasan los días, eternos, como aquellas
noches en las cuales dormitabas inducido
por el líquido acuoso que recorría las venas
buscando aquietar cuerpo y mente.
Silencio sepulcral tras las cortinas.
Quiero gritar, mi risa es histérica, lloro,
grito esperando vuelvas tus ojos hacia mí,
como aquella tarde en la que me enamore
de tus abrazos, y devoré tus labios por el hecho
de poseerlos, de poseerte.
Sombras del pasado que vuelven sin permiso
cuando mas nos tenemos…nos amamos como
la noche ama la luna en cada una de sus fases,
con esa relación compleja y delicada para
viajar por los senderos de la vida.
Te marchas, vuelves, te vas…ausente.
Tu recuerdo se posa sobre mí lentamente al igual
que la densa niebla llega coronando las montañas
y sigo echándote de menos al igual que tus
brazos, tu boca, tu voz, todo me apetece contigo.
El silencio, la risa, todo se te olvidó, tus ojos
sin expresión y ese rictus de tu boca me dicen
que soy una extraña, que nada de lo que hubo
existió.
Copyright Fini López Santos
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