Foto de la red
Sin rumbo y a la deriva ando
tras la huella perdida de tu boca,
peregrina soy del perfume de tu piel
y me embriaga el aroma, la esencia
que pulula en el aire…no andas lejos.
El abandono se pierde en la niebla
y las sombras grises, se llenan
de quejidos destrozando sueños,
aquellos que tú y yo compartimos
llenos de miradas que hablan
envueltos en un celofán de tiniebla.
Corazón abatido, despedazado,
mueca triste la de mi boca cínica
que reta a mi lengua olvidar la hiel,
sabor de tus labios que sin clemencia,
me llevan al destierro de tus besos.
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