Herida de muerte
sin defensa propia
anulada la mente.
Tus palabras cual daga
rasgan el pecho
y débil sangra.
En un grito callado
rompe la garganta
ahogada en llanto,
y no sabe del dolor causado
palabras dichas al viento
escritas sin fundamento.
Herida de muerte
con el alma rota.
¡Mi pecado fue quererte!.
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