Te observo dispuesto a degustarme como al mejor
chocolate, si te dejo, sería solo un bocado, sin
paladearme, sin saborearme, sin enterarte a penas
del deleite de mi persona ¡es tanta tu calentura!.
Te miro lasciva, se que es mi culpa tu frenesí, así
me dices con tu mirada, pero, me siento osada ante ti,
te gustan mis fantasías, soy dueña de tus ganas y en
esta sinfonía de miradas cargadas de emoción, te dejo
entrever quizá de forma inadecuada la esencia que has
de apreciar y saborear con cada contoneo de mi cuerpo.
Me dejo llevar sin soltar las riendas de tu sangre
desbocada y sientes el aroma de la fruta en fondee,
como el retrogusto de un buen vino al paladar,
aspirando, degustando, saboreando, hasta darle matiz
a la formula empleada... puro cacao, amargo,
con aromas a canela.
Y me dices que deseas fundirme en tu boca y te
propongo que lo hagas bocado a bocado, despacio y
sin prisa, sin engullirme, con el fin de percibir la
sensación maravillosa que produce el chocolate al
paladar, ya por fin, al tragarlo, éxtasis de locura.
¡En tus labios me derrito!.
Copyright Fini López Santos
(Derechos reservados)
Foto de la red