Tu nombre regocijo de amor
hacen que tus ojos hablen de pasión,
pero hay desdenes en tu rostro atormentado.
¡Quien pudiese ser fuego en tu corazón
y leer en tu rostro el secreto de aquel rubor!
Con el tiempo, saber logre quizás
el misterio que encierra tu mirada,
quiso otra boca de mi te olvidaras
esperando mis labios tu llamada
Y el amor quiso huir sin palabras.
Se cubrió la noche de ambrosía
queriendo ser manjar de tu querer
y sin descanso hasta el alba acariciarte,
pero quiso el reloj el tiempo distraer
llevándome al sueño de poseerte algún día.
Mendigo fui de tus sueños
esperando en silencio tú regreso,
nos separo el orgullo, sin pedir perdón
y el rictus amargo de tus labios
en mis ojos quedó prendido.
Copyright Fini López Santos
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