Propuesta de Ginebra
Diario de vacaciones (Propuesta de verano)
Elegí:
Camarero
Foto de la red
Se sentó en la terraza de la cafetería, la niña quería un helado que ella no
le compró, pidió un solo y un poco de agua. La ilusión de la infancia se
le fue negando al igual que el cariño de su madre.
¡Qué culpa tenía de haber nacido!
Con un gesto la mando a la mesa de al lado a pedir, como la tenia
acostumbrada y con sus cuatro años dijo que tenía hambre.
Le pidieron un desayuno, cuando fue a degustarlo la madre de un salto
la tomó del brazo y se la llevo a base de golpes en la cabeza.
No era eso lo que tenía que mendigar, sino dinero, tristemente esto
ocurría a diario, era conocida en las cafeterías de la zona.
Fueron muchos intentos por ayudarla, pero siempre lo pagaba con
desprecio y vandalismo, pero la niña...un ángel en mitad del infierno.
Su vestimenta provocativa y la forma de insinuarse tan descarada era un
despropósito ante su hija, que acostumbrada, seguía jugando con la muñeca a la
que tiraba de los pelos y maltrataba inconscientemente.
¡Imposible a esa edad tener maldad!
Aquella mañana rozó el límite de la ruindad con la pobre criatura, quizá
despechada por no conseguir el chute diario y Manuel, no soportó el maltrato
que le estaba infringiendo, llamo a la policía a la vez que
ella marchaba llevando a rastras a su hija.
El alterado camarero nuevo en su trabajo, le contó a la patrulla y quiso
saber si había todavía oportunidad para la niña, en ese momento fue testigo
de gritos y patadas de una batalla lidiada contra sillas y mesas que volaban
por los aires ante la mirada perdida de la niña.
Fue detenida por escándalo público y consumo de estupefacientes.
Manuela que así se llamaba la niña quedó en mitad de la acera desamparada.
Manuel se acercó y le dio la mano acariciando su cabeza.
La niña extrañada lo miró.
-Vamos a desayunar ¿Tienes hambre?
Devoraba todo con ansiedad ante la mirada de su salvador, pero a la vez
intranquila ojeaba la puerta quizá esperando escuchar los gritos de su progenitora.
La suerte quiso que le concedieran a la niña en acogida.
Pero de nuevo el infortunio sacudió la vida de Manuela, su madre fue
hallada muerta en la celda, pero ahí estaba Manuel
para cuidarla tanto como ella quisiera.
Copyright Fini López Santos
Hola Musa, interesante letras. Es una pena que la mayoría de las veces la frustración de los padres, se pague con los más débiles los hijos. Y los triste que esto está a la orden del día.
ResponderEliminarFeliz domingo! Un cariñoso abrazo.
Así es Cristina, es triste y ocurre más de lo que imaginamos.
EliminarBuen fin de semana.
Un abrazo amiga.
Hola, querida Musa. Vengo tras mi pausa bloguera, y quiero felicitarte y darte nuevamente las gracias por tu participación. Un placer tu compañía en estos viajes de letras...
ResponderEliminarBsoss, y muy feliz finde 💙
Mil gracias a ti Ginebra, por aceptarme en estos viajes en los que aprendo.
EliminarBuen fin de semana.
Besos.
Estremecedor relato Musa, y pensar que en muchas ocasiones es la triste realidad me entristece mucho.
ResponderEliminarBesos.
Así es Conchi y lo peor de todo, es demasiado habitual.
EliminarGracias por tu visita,
Besos
Hola Musa,mientras leía lloraba porque este relato es tan real como la vida misma,, para desgracia del ser humano.
ResponderEliminarBesos y siempre gracias a ti:)
Cierto Teresa, estamos en un punto en que ya no nos sorprende, por desgracia.
EliminarMe alegra verte de nuevo.
Besos.
Menos mal que al final hay esperanza para Manuela. No conocía tu blog, me quedo de seguidora y te invito a que te pases por el mío si te apetece.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz día.
Hola Rocío, gracias por pasar y comentar, es un placer tenerte aquí.
EliminarGracias.
Un abrazo y feliz semana.