Foto autoría: Fini López Santos.
Fue un romper las entrañas,
desajuste de huesos,
se rasgaron las carnes
y el dolor insoportable y
seco,
dio paso al mayor de los
vacíos.
En ese instante llegaste y
te perdí.
Dejaste atrás nuestra
conexión
exigiendo confianza,
libertad,
tu independencia de mí,
y así seguiste y sigues.
Te quise libre de todo
yugo,
de tus errores aprendiz,
luchadora cual vikinga
sabedora de tus cualidades.
Fuiste de mis penas la
alegría,
de admiración cuarenta
años.
¡Eres el espejo en donde
me miro!
Copyright Fini López
Santos.
Bellísimamente expresado ese sentir que en el principio me ha parecido un nacimiento del cual al final, a pesar de esa independencia, todo es felicidad y orgullo por su persona.
ResponderEliminarSiempre mucha finura en tus letras, Fina. Preciosa esa dedicación, y hermosa niña hoy mujer.
Un abrazo.
Gracias Elda, casi paso el verano y poco a poco volvemos a la normalidad.
EliminarUn abrazo.
Wowwww que hermosa forma
ResponderEliminarde decir tus sentimientos,
un placer disfrutar de tus
letras.
Besitos dulces
Siby
Gracias Siby, el placer es mío.
EliminarYa de vuelta.
Besitos.
¡Qué versos más bonitos dedicados a tu retoño! No hay nada en la vida más grande que un hijo/a.
ResponderEliminarUn beso
Así es Rita, muchas gracias por tu visita.
EliminarUn beso.
Qué hermosa dedicatoria carne de tu carne, hermosa tú por expresar tan hermoso sentir. Ya verás que le irá bonito, no te preocupes amiga. Besos a las dos cuidaros mucho hay mucho irresponsable.
ResponderEliminarGracias Rosana, cierto, aunque queramos seguir con normalidad, el mundo está lleno de irresponsables.
EliminarUn beso.
¡Qué elegantes versos compones siempre! Nada más grande que el amor de una madre a una hija... Felicidades a ambas, besos mil
ResponderEliminarMil gracias Milena, tus palabras siempre alientan.
EliminarBesos preciosa.