Foto de la red
Pequeña flor que en primavera
con tu aroma y belleza
llenas el jardín y la pradera.
Te sientes orgullosa y arrogante
llena de vida, perfecta.
Tus hojas brillan con la escarcha de la noche,
y el rocío de la mañana su pureza te entrega
el sol te alimenta y de colores te llena
toda tú, eres perversa.
¡Cuanto reproche!
Tus compañeras de fiesta
te miran, envidian tu belleza.
las doce, las doce suenan,
el aire rompe tú tallo, lloras
te sientes deshecha.
Te vas marchitando al caer la mañana
te sientes débil, estas muerta.
Mi flor blanca, mi pequeña
“Quién se atrevió a separarte
de tu madre, la tierra”
Mi rosa blanca
qué en su agonía
las lágrimas vuelves espinas.
¡Quién no admirará tu destreza
mi pequeña cenicienta!
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