Al nacer el alba desperté temerosa
¡Parecías un Adonis en mi cama!
Sus rayos rodeaban tu figura hermosa
y una sombra te acechaba.
Recordé una noche llena de ternura
palabras excitantes dichas a mi oído,
de tanto beso dado
te llevaste mi perfume de aurora
en tus labios prendido.
Nuestros cuerpos en perfecta sintonia
bailaban al compás de un dulce poema
y como al marinero el canto de sirenas
me embauco la corte suprema
de tus manos envolviéndome en caricias.
Entró el día por el alfeizar de la ventana
iluminando mi solitaria cama,
vacía estaba…de ti ni la huella en la almohada
fuiste el sueño de una ternura anhelada.
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