Fotografía de la red
Reto Diciembre Con Ginebra Blonde
Tomo su vieja máquina de escribir y con cada tecla tejía sus recuerdos, de una vez
por todas, debía sacar toda su amargura para morir en paz llegado el momento.
Una vida en común que ya empezó con mal augurio, cuando llegaron a la iglesia
para casarse, el cura no apareció, ni estaban las amonestaciones…
Una llamada de auxilio y la puerta cedió tras la llave del precipitado párroco, alguien
se olvidó de anotar sus nombres en el libro y debían esperar al domingo siguiente.
Y así pasaron los días girando el viejo reloj de arena, siete hijos y aguantando las malas
formas de una mujer llena de codicia que él no lograba saciar por muchas horas que le
robase al sol. Hoy, con sus huesos desgastados y la sonrisa perdida, solo, abandonado por
su mujer y más tarde por la mayoría de sus hijos… Solo le quedan sueños.
¿Su error? Darles sus posesiones en vida que tantos sacrificios le costó.
Levanto su frente y tiró los dados, ocho sumaban, el mismo número que tenía el portal de
una planta baja llena de humedad en la que vivió hasta que la enfermedad hizo mella en
él, pero le dará trabajo a la parca, es fuerte y no se doblega fácilmente.
La vida no le fue fácil y dejó un best seller sin escribir, lleno de deseos para aquellos
que no supieron querer y para un mundo materialista del que somos presos.
Con el sombrero y bastón en mano se le ve caminar cada día el sendero de la vida, solitario,
perdonando y pidiendo que su marcha al menos no sea sufrida.
¡Ojalá su deseo se cumpla!
Copyright Fini López Santos.
Cosas que pasan que se repiten y es que al final la humanidad no es perfecta. Muy bien escrito. Abrazos
ResponderEliminarY creo que pasar peores ¡ojalá no!
EliminarAbrazos.
Precioso relato Fina, muy triste y con mucha realidad para algunas personas que al final de sus vida se encuentran tan solas por los avatares de la vida.
ResponderEliminarMe encantan los retos usando palabras propuestas de antemano, son muy entretenidos y tú lo has elaborado de maravilla.
Un abrazo.
Gracias Elda siempre por tus palabras.
EliminarUn abrazo.
Un relato triste y realista, así es la vida: ojalá que ese deseo final sí se cumpla!
ResponderEliminarQué bien escribes, Musa, una propuesta magnífica para el reto de Ginebra.
Abrazo enorme
Muchas gracias Milena, no mejor que tu preciosa.
EliminarAbrazo infinito
¡Qué triste vida!Me conmueve pensar que habrá quien la haya tenido igual o parecida. Esperemos que al menos el final sea tranquilo y en paz. Un gran relato, Musa.
ResponderEliminarBesos
Gracias Rita por tu visita.
EliminarBesos.
Hola Mucha, muy triste tu relato que por desgracia se suele dar en algunos casos, igualmente creo que es mejor no dejar las herencias en vida para que no se den estos casos.
ResponderEliminarBesos.
La vida enseña muchas veces a golpes.
EliminarBesos
Muy bueno, has elaborado un relato perfecto y conmovedor, historias tristes de vida!! Beso
ResponderEliminarGracias hanna, a veces la vida...
EliminarBesos
Se fue golpeado y a su pasó dejó amor en su libro, que quizá escape de esas páginas para honrarle por el mundo.
ResponderEliminarMuy bonito, Fini. Escribes muy bien.
Besoss
Gracias amiga por tus palabras y tu visita.
EliminarBesos.