Por ti y para ti.
Ana María.
Interés tuve en conocerte
saber quien eras,
en el mismo lugar estabas
pero yo, sin verte.
Sin molestar al dueño,
de esto y aquello pendiente
sin demostrarlo a la gente
lo cansada y abatida por el sueño.
Tras el, como una sombra
que ama, que siente,
pero el... sin verte.
Con la ilusión hecha jirones
y el corazón amordazado
para que los ojos no lloren.
Soledad que llena tus horas
amor y celos sintiendo,
recogiendo las migajas
como pájaro en vuelo.
De no pasear de su mano
sabiéndote siempre fiel,
olvidando el sentir en tu piel
las caricias de antaño.
Decir a los amigos no puedo,
de verle y no verle
porque el está cansado.
Muchas veces habrás pensado
tirarlo todo por la borda, pero,
no siempre a de triunfar la derrota.
Pasan los años, te sientes sin fuerza,
como una vela te vas apagando
pero te queda el orgullo
de haber estado siempre dispuesta.
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