Ya no puedo pararme
cuando veo tus ojos
y siento en mis labios tus besos.
Eterno calor tú me enseñaste
cuando el cuerpo arde
robando tiempo para verte
al caer la tarde.
Odio esta dependencia que siento
cuando no te tengo
cuando tú no estas.
Llegaste para dejarte
como estanque sin agua,
cual ave sin nido,
contigo, pero ausente.
Eslabones de hierro
cuando tus ojos veo,
prisionera de un te quiero.
Copyright Fini López Santos (2012)
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