Nos cubrió con su manto la noche
ocultándonos de curiosas miradas
y nuestras manos sin reproche
dieron paso a caricias desgastadas.
Y una algarabía de notas
sonaron en nuestro cuerpo
de ansiedades abrumado,
dejando susurros en ofrendas.
Sonó de lejos una sensual melodía
arrastrando un blues conocido
tantas veces escuchado,
“Forever In Love” y retomamos la magia.
Tu cuerpo me cubrió toda
relinchando mi sangre desbocada
¡no importa me llamen loca!
deseosa de las riendas de tu boca.
Y bajo el cielo a hurtadillas
a tus dedos me deje sucumbir
y por segundos alcance a escribir
tu nombre en las estrellas.
Copyright Fini López Santos
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