formando una línea horizontal
igual del derecho que del revés
me gustan porque si,
de armonía letal
capicúa, como lo ves...
Y se llenan de abrazos, caricias
se quieren, se funden en ternura
son mudos, pero tú gemías
sincronizacion en su figura
menudo galimatías!
Inseparables muchas veces
disfrutando entre dientes
otras totalmente diferentes
llegando a ser descortés
pareja sublime de amantes
que se amanceban efervescentes.
Excitan, arrebolan, enervan
saborean con afán
galopando la sangre cual alazán
acople perfecto, se aman
no necesitan para atraerse imán.
Y no hablo de números primos
pero entregan mimos
con suspiros compartidos
y saboreando a tientos
dejamos liebres espasmos
llenos de sentimientos…
El Ying y el Yang, eternos opuestos complementarios. Cada uno contiene en su interior la semiila del otro. Bello poema, sublimas, como uno no puede existir sin el otro. Gracias, Finita.
ResponderEliminarGracias por tu comentario Patricia.
ResponderEliminarMás vale tarde que nunca.
Saludos.
Fini.