Hoy vi el miedo en tu cara
tus labios sangrando temblaban,
tus ojos sin expresión alguna
dejaban un nudo en la garganta
con sabor a retama.
El azul muerte de tus ojeras
sobre pómulos rotos por la fuerza
no saben de besos, de ternura
si de golpes y abusos sin defensas.
¡Cómo pueden tan salvajes ser!
¿Cómo se puede ser tan cruel?
Si apenas es una niña
que nunca jugo con muñeca…
Si hasta el chupete en su boca sabe a hiel.
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