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Elijo a conciencia y sin demora
libar la miel de tu boca
cual colibrí en cortejo nupcial
hasta saciar el hambre famélica
de besos y lengua.
Provocadoras tus manos
danzan festivas con caricias que enervan
silenciosas, con alevosía.
Los músculos se contorsionan al ritmo
de unos dedos furtivos.
Y la fina lluvia en piel sudorosa
responde al crepitar del fuego
descontrolado en las entrañas.
Convulsiones de placer dejan libre
un torrente de elixir, pura ambrosía.
Copyright Fini López Santos