Foto de la red
No se lleva el gesto alegre
ante el sin sentido de la masacre
que tambalear con metralla la libertad quiere
anulando la mirada de frente y el semblante tranquilo.
Se atrofian las sonrisas
como el hielo los labios que las pinta,
quedando un rictus amargo y muecas fingidas.
Ante la mirada desorbitada,
desbordada, de mares salados llena,
se torna incrédula, dispersa en el horizonte,
irónica, como viñetas repletas de dibujos y garabatos.
Inculcarnos quieren el miedo a sonreír,
pensar por nosotros mismos significa desacato,
el día llegará que despertemos y sin temor a decidir
rescataremos la alegría del olvido.
Copyright Fini López Santos